Reseña de: FLOR DEL FANGO
(José María Vargas Vila)
“Flor de Fango”, es una de las
novelas que despierta el más profundo sentimentalismo, y piedad por la
dignidad y la entereza de Luisa García, por parte de los lectores. Para quienes
la leyeron en su momento, a finales y comienzos del Siglo XIX, despertó sentimientos
de rechazo hacia los acosadores, aunque muchos pensaron, que la acusación contra el sacerdote era una
vil calumnia propia de la personalidad ateísta del autor, porque no podían
concebir que un hombre entregado a los servicios de Dios, tuviera
comportamientos bajos o viles.
Luisa representa a la una mujer virtuosa dispuesta a mantener su
integridad moral y dignidad sobre todas las condiciones adversas de la vida.
Una mujer que no vende su integridad ni
ante el hacendado ni ante el cura del pueblo, quienes buscan por fuerza obtener sus favores amorosos
y doblegar su dignidad…Pero ésta, pese
a estar atravesando por difíciles condiciones económicas a las que ha sido
llevada y sometida por sus verdugos, y las circunstancias, no cede ante los
acosos, y mantiene su dignidad hasta la muerte.
POSICIÓN DEL AUTOR:
Vargas Vila, cree mostrar
en Luisa, la misma lapidación de la cual él fue objeto, donde muchos quisieron
comprarlo para callarlo, y luego cuando vieron que no se vendía, optaron por
echar a la muchedumbre ignorante contra él. En la muerte de Luisa, Vargas Vila
muestra su propia muerte cuando es desterrado y perseguido en su patria…En la
huida de Luisa, muestra el gran pesar de abandonar su tierra, buscando refugio
en otros países sorteando así, la
amenaza de muerte, y el precio que habían puesto a su cabeza.
Breve Reseña de Flor del Fango:
Luisa, una joven humilde,
ha logrado graduarse con honores como Normalista que la capacita para
desarrollar la profesión de profesora o institutriz, en la centuria de finales
del siglo XVIII en la población de Santa Fe de Bogotá.
Tal vez para la época, graduarse de Normalista era un gran logro, y
más dentro del círculo de Luisa, quien
solo tenía a su madre como sostén económico, la cual trabajaba de lavandera, y
otros servicios en las casas de familia.
Dado el trabajo para el
cual se había preparado, Luisa tenía que comenzar a practicar sus conocimientos, y los lugares
más idóneos para comenzar su práctica,
eran los lugares de vereda donde
no había profesores, o desempeñar el cargo en casas de familia que tuvieran los
recursos para pagar una profesora privada para sus hijos. Además, no existían
por la época escuelas numerosas donde los padres de familia tuvieran la opción
de mandar a sus hijos, y menos cuando los hijos
no resultaban aptos para la escolaridad, o por situaciones de apego
familiar no podían ir a las poblaciones a recibir o a continuar sus estudios.
Luisa es enviada como
Institutriz (profesora), de dos
señoritas, provenientes de una familia acomodada, que habitan en una casa de
campo, junto a sus padres y hermano. Allí comienza su instrucción ganándose el
aprecio y la amistad de una de las niñas, despertando al tiempo el aprecio y el
amor del joven, el recelo de la otra niña la cual no era muy comunicativa…y
despertando la pasión de don Crisóstomo, quien pensaba que con ofrecimientos de
dinero iba a ser correspondido por Luisa dando lugar a sus oscuras
pretensiones.
El acoso del cual es
objeto Luisa por parte de don Crisóstomo, el dueño de la hacienda, y patrón de
trabajo es continuo, y va acompañado de los más generosos ofrecimientos, y
cuando mira que la joven no cede a sus pretensiones, recurre a la forma del
abuso. En principio la joven trata de reconvenir con palabras a su empleador,
diciéndole que lo que pretende no es moral, que él es una persona casada, y que
debería mostrar fidelidad. Y que de parte de ella sólo tendrá relación con el
hombre que ella ame. Don Crisóstomo no
entiende razones, y trata de tomar a Luisa por la fuerza, pero siempre rechaza
los ataques del acosador.
En uno de los intentos
que hacía el acosador sobre Luisa, es sorprendido por su propia esposa doña
Mercedes, quien cerrando los ojos a la razón y la verdad, decide acusar a Luisa
de usurpadora, y de pretender tener relaciones con sus esposo, por lo cual
Luisa se ve obligada a dejar aquella casa, y volver a la capital, ante la vergüenza y el bochorno de las
acusaciones.
Luego de un tiempo,
decide ir nuevamente a la oficina de Educación a solicitar nuevamente trabajo.
El Secretario de Educación, la asigna para trabajar en un pueblo cercano a la
Capital donde se gana el aprecio de todos…pero esta vez, viaja en compañía de
su madre.
Luisa comienza a
trabajar, y como siempre por su candidez y belleza despierta los sentimientos
de amor de otros corazones. Aquí, es el mismo cura del pueblo quién se enamora
perdidamente de la joven, y se mira doblegado por los instintos del amor. Al
igual que su acosador anterior, intenta
primeramente convencerla de que lo acepte como amante con promesas de regalos y
de ayudas…Luisa le responde al religioso que eso no es usual, y que él como
sacerdote debería respetar sus votos y la moralidad…
Para lograr su propósito
de posesión sobre la joven, el cura cita a Luisa a la Sacristía, con motivo de
prestar unas Cartillas para la enseñanza de la religión en la escuela. Una vez
allí, el cura, insiste a la joven para que lo acepte como su amante, y cuando
mira que no puede convencer a ésta bajo ninguna condición, opta por la fuerza,
el sometimiento, y el abuso.
Luisa rechaza al
sacerdote y logra ponerse en fuga por la coincidencia de la llegada del
Sacristán. Y el cura queriendo salvar su imagen y decoro, acusa a la joven de
que lo ha querido seducir, y la joven nuevamente es calumniada…El cura riega
desde el púlpito, la versión de que Luisa trató de seducirlo, por lo cual hostiga a los pobladores en su
contra.
El pueblo creyendo que
defendían la dignidad y santidad del cura y de las buenas costumbres, trata de
lapidar a Luisa que se había refugiado en la Escuela junto con su madre, y si no es por la intervención del hijo del
alcalde que se abre a fuerza entre la multitud y se interpone, Luisa y su madre
hubieran sido presas de la furia del pueblo.
La profesora, nuevamente,
se ve forzada a abandonar y a huir de su puesto de trabajo, acompañada de su
madre, regresando nuevamente a la Capital. Luego de un tiempo,
Luisa busca nuevamente otro cargo de profesora, y es nombrada como directora de
una Escuela pequeña en Bogotá, y con ocasión de una fiesta a la cual asistirían
las personas más distinguidas del lugar, es invitada a una recepción.
Cuando Luisa llega, mira que en la fiesta se
encuentra doña Mercedes su antigua
empleadora, quien al verla entrar a la fiesta bella, distinguida y radiante,
comienza contra ella los más desmedidos ataques y escándalos, diciendo: que
además de haber querido seducir a su esposo, también intentó seducir al santo
sacerdote del otro pueblo, y que por esto fue despedida de su trabajo, e incluso, que si no hubiera huido del
pueblo, habría sido linchada por la población que no le permitió su inmoral
comportamiento.
Luisa al sentirse herida
en sus sentimientos, decide abandonar la fiesta, renuncia a su nuevo trabajo, y
no vuelve a pedir otra oportunidad de
trabajo. Se refugia en la soledad de su habitación a llorar su desventura. Días
después, muere su madre en el hospital doblegada por una enfermedad común que
los médicos no lograron controlar. Luisa se debate entre la más absoluta pobreza,
y aun allí, recibe los ofrecimientos de don Crisóstomo y del Cura que le
ofrecen su ayuda a cambio de ser su amante, ofrecimientos que la joven
desprecia… Luisa termina de la misma manera que su madre, en lamentables condiciones, enferma y muriendo
de física hambre… despreciada por todos, y tirada en la calle.
El final de la heroína de
la dignidad, es demasiado triste…
En la década del 70, en
Colombia, se rodó una serie televisiva, en la cual y por presión de la jerarquía eclesiástica, el final de Flor
del Fango era cambiado. La serie presenta a un sacerdote arrepentido, tocado muy adentro en su arrepentimiento, y
atormentado por la culpa. Éste, busca a Luisa para pedirle perdón…
EDWARD BELLOUM. 014.