Por linderos
Por
cuestiones de linderos
De cerco o
alambrada
Corrido por uno de ellos
Discutían en
madrugada
Tres
escandalosos borrachos
Que con cara de trasnocho
Se acusaban de vivos, aprovechados y ladrones…
El uno
gritaba: Yo qué te he robado
El otro
respondía: No te hagas el Sonso,
El otro le
increpaba:
No neguès, qué
bien claro lo sabés,
Y a tu bien
lo tenés.
El testigo
declaraba:
¡Y a mí el robo me consta!
El negrito
contestaba:
Y vos que te metés
Los tres
gritaban
Y llegando
de rabia al hecho
El uno
empujó al testigo…
El cual de
un vuelco cayó de bruces…
Y sobre el
piso…
Por el empujón y borrachera, reducido quedó
Los otros
seguían discutiendo…
Pero en un
momento el caído…
Mostró
intención de incorporarse
Se paró con
débiles pasos,
He hizo intención de sacar su machete
El agresor
pendiente,
No le dio
tiempo ni espera
Y con puñal en
mano
Se abalanzó
contra el testigo
Hundiendo la
hoja entre el costado.
Con la
herida de media muerte
Por segunda
vez el testigo cayó,
Y tan mal
herido estaba
Que sobre el piso quedó
¡Lo mataste
gritó el otro!
Y la discusión terminó…
El agresor
como pudo,
Su paso
aligeró
Y como
sombra misma de negro,
Entre el
monte se perdió…
Pà el
herido, pronto
Pronta,
ayuda
Y al
hospital se remitió
Pasando en
dolores sus días
El herido, en
su lecho se debatía
Muy cercano
a la muerte estuvo
Y saliendo
del hospital
Vinieron más
curaciones,
Medicinas,
brujos, y de otras aguas
Pero el enfermo,
No mostraba mejoría…
Sumado al
gran gasto
Y
preocupación, de todo incidente
Hasta vaca, marrana y gallinas…
Vendieron
sus familiares
Había que cubrir los gastos
De médicos, Chamanes y brujos
Con casi
todo, y los ahorros,
Que el
herido disponía
Se fueron en
gastos…
Y en la
finca, todo parado
Y cruzado de
brazos
Y entre su
lecho de enfermo
Cavilando es
su arrastrada suerte,
El hombre termina
ardiendo
En fiebres de venganza
Por enfermo
y como enfermo
Contrata a renombrados Calaveras
Para
cobrar daño y afrenta,
Y saldar
con muerte:
Orgullo, y
daños de friega.
Y pa` el
monte mandó a los calaveras,
Buscando
cazar al negrito…
Por su parte
el agresor
Era difícil
de ubicar…
Escondido
como rata, miedoso negrito estaba…
Decían
que se escondía entre huecos
Que dormía entre maleza
En entradas
de los ríos…
Como pájaro
en paseras
Entre las copas de los
árboles
Pero alguien cantó, a los Calaveras
Y los Calaveras, encontraron al negrito
De
algún hueco o árbol lo sacaron, o bajaron…
Y con
sevicia y maldad, a tiros y machete lo
mataron
Su cabeza
cortaron
Y el resto
de su cuerpo, por ahí desperdigaron
Y así lo
encontraron
Los que hicieron
levantamiento
Montones de
huesos dispersos,
Tirados cerca
del río
“Al fin
pagó, decían algunos”…
Lo pelaron
al negrito: Decían los otros…
Por eso compañeros…
Otro prevenido apuntaba:
Para no
perder vida en región de poca estima
Es mejor
tener presente:
Jugar limpio:
No tener
nada qué deber, y qué pagar…
No buscar sacar
ventaja ilícita,
Que amparada en aparente olvido,
O en tiempo
de silencio…
¡Recuerden!
Esto es lo mejor
Antes que tener que ver
A deudos
compungidos llorar
Y a viudas
gimotear
Edward
Belloum 012.