jueves, 12 de septiembre de 2013

La Voluntad, Ética y Moral


Introducción

Se dice que hasta Kant, la ética había venido siendo empirista o de bienes. Pero quisiera remitirme por lo menos a un pequeño lapso de tiempo en el que la sociedad estuviera por fuera o no se haya conducido sobre ese eje de preferencia.
Tal vez se pueda decir, que tan solo en aquellos momentos en que el hombre en general busque su propio sacrificio en beneficio de las causas comunes podrían entenderse fuera de ese utilitarismo1, es decir del uso de instrumentos y personas que puedan conducir al objetivo cierto del alcance de finalidades establecidas sin ninguna manipulación.
En cierto sentido, se dice que el empirismo ético es una teoría que pretende derivar de los hechos las normas a las cuales deberán los hombres ajustar su conducta moral.2
En esta apreciación que hace Nicolás Hartmann en su crítica del formalismo ético de Kant, podemos apreciar por ejemplo, que en las sociedades modernas, algunas normas van rezagadas a la práctica. De aquí que se deban legislar leyes o normas, para encauzar dentro de ellas el comportamiento de sus habitantes.
Dentro de esta interpretación, las sociedades modernas conducirían sus acciones dentro de un empirismo ético, sin querer decir o interpretar que este empirismo ético sea  negativo, o fuera de toda validez. Porque en esta acción se parte de la interpretación de los hechos para su valoración.
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1.- Diccionario de Filosófico. M.M. Rosental  y P. F. Iudin- El Utilitarismo. 1980. 498 pág.
2.- Nicolai Harmann. Critica al Formalismo Ético de Kant. Capitulo IV. Ética, Zweite Auflage de Gruyter & co., Berlin und Leipug l935, citado por  Humberto Piñera ILera. Revista Cubana de Filosofía. 1949. Vol, 1.

1.- La Voluntad, Ética y  Moral
Entendemos que la mayoría de comportamientos responden a una naturaleza cultural o de aprendizaje. Que los ejemplos son la base primordial del aprendizaje y que todo comienza en y por la experiencia.
Planteando el primer interrogante, diríamos: ¿Qué induciría al hombre a actuar en acuerdo a una “buena voluntad” en los actos de su vida, poniendo en su actuar: su formación moral, su forma de ser particular, o haciendo uso de  las leyes que rigen la moralidad?
Si hablamos de Voluntad con Kant, estaríamos hablando de una voluntad idealista que no esté sujeta a las influencias exteriores, libre y sin condiciones de ningún carácter. Partamos del supuesto  ejemplo, de Voluntad de un Conciliador, el cual por deber debe intermediar en un determinado conflicto donde las personas en controversia son parte de estamentos distintos de un ente organizacional, del cual éste es  jefe o director.
En primer lugar, al parecer lo que lo induce o lo fuerza a ejercer su intermediación en el conflicto es El  Deber. Dentro del desarrollo y audiencia de las acusaciones en disputa, apelará  en un momento determinado, a la aplicación de las normas explícitas sobre los hechos en cuestión, (en caso de entendimiento y manejo de tales normas), sumadas a su propia experiencia.
 Tres son, pues, los conceptos básicos de la ética formal de Kant: la buena voluntad, el deber ser, y la ley moral.  Kant entiende por buena voluntad: «…la que obra no sólo conforme al deber, sino además por deber»3, con lo cual establece Kant una precisa distinción entre la moralidad de la conducta, por una parte, y por otra su legalidad. Aquella  Respecto de su noción del deber, lo define como «la necesidad de una acción por respeto a la ley»4
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3.-  Wikimedia Commons. Biografía de Emmanuel Kant. Enlace Externo
4.- Op. Cit. Nicolás Harmann. Ética Cap. IV.

En el caso de la acción de Buena Voluntad, el conciliador podría en determinadas circunstancias  tener la mejor voluntad y buscar los mecanismos para dirimir las dificultades pendientes, y en tal acción podrían presentarse las siguientes situaciones:
-Que el conciliador actúe con base a su propia disposición haciendo caso omiso a la normatividad.
-Que el conciliador actúe en beneficio de una de las partes del conflicto de manera arbitraria.
-Que el conciliador trate de beneficiar a una de las partes en beneficio de intereses ocultos, lo acordado de antemano, lo estatuido  o de la institución.
-Que por conveniencia las partes en conflicto asuman sus responsabilidades y queden satisfechas de la solución ejercida por el conciliador.
Dado este ejemplo la posibilidad de resolución más satisfactoria sería la última, ya que en consecuencia sería la que resuelva el conflicto. Pero que ocurre cuando el conciliador actúa por “bien” personal y termina aplicando una de las tres posibilidades anteriores…Naturalmente, que las partes en conflicto se verían violentadas en sus intereses particulares, por lo cual caería el calificativo de inmoralidad sobre el conciliador. Pues, para Kant, «la buena voluntad es la que obra no sólo conforme al deber, sino además por deber», con lo cual establece Kant una precisa distinción entre la moralidad de la conducta, por una parte, y por otra su legalidad 5.
Este sentido nos lleva a interpretar dos formas de actuar: Una tiene que ver con el sentido de moralidad, y otra tiene que ver con lo que se dice pre acordado,  lo instituido, o el uso de una falsa interpretación de legalidad. Surge otra posibilidad: ¿Qué pasaría si el conciliador no hace una real evaluación de las situaciones,  y actuando de manera facilista diga que el caso no amerita mayor cuidado o atención… y decida dar una solución rápida obviando los intereses y las urgencias personales de las personas en conflicto? ¿Será tal acción digna de reconocimiento o agradecimiento…y  podría tomarse como un referente válido o modelo para dar solución a otros conflictos?
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5.- Op. Cit. Nicolás Harmann.

Entendemos que tal acción, no conllevaría a soluciones definitivas, y quedaría está en entredicho y en la cuerda de las malas decisiones, con los comentarios negativos al respecto. En otras palabras, para el filósofo de Koenisberg el valor ético de una acción no depende ni de las consecuencias más o menos placenteras de la misma, ni tampoco de la relación que mantenga con un fin determinado, no importa lo valioso que éste pueda ser; pues el valor de la conducta humana depende, exclusivamente, de la rectitud de los propósitos.6
Esta  se podría decir que es la rectitud adecuada de los propósitos con que debería actuar un conciliador. Así pues, cuando el sujeto obedece a la máxima dictada por sí mismo, brilla en todo su esplendor la autonomía de la voluntad. Pero qué sucede cuando éste obedece a intereses creados?  En el primer caso, Conciliador y conciliados terminan siendo Uno en la solución de sus intereses; no así en el segundo, en que aparece una dualidad subjetiva que conllevaría a la continuidad del conflicto.
Este modo de ser ambivalente va a determinar en cierto sentido, que no todos los conocimientos dependen de la experiencia ni de las normas al respecto. Porque el conciliador ha obviado el paso de acudir a “… la “impresión sensible” de los hechos y de los acontecimientos por resolver, aquí entrarían los conocimientos o sensaciones “a priori”, que tengan o no tengan que ver con la  experiencia”7, pero que en definitiva, dejarían ver la parcialización de  su carácter de justicia y de su baja moral.
De manera aparente, la mayoría de los conflictos de resuelven de una manera facilista, o de acuerdo a la manipulación de interese ocultos,  de aquí que las heridas de las partes en conflicto  nunca por sanar.
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6.-  Op Cit. Nicolás Harmann. Koenisberg Sobre el Valor y los propósitos…
7.- German Marquinez y Otros. Filosofía en Perspectiva Latinoamericana. Cuarta Edición. Lectura. Distinción del Conocimiento Puro del Empírico. Pag.173.

2.- CONCLUSIONES
Es realmente difícil abordar un tema con base al pensamiento filosófico de Kant sin tener mayores bases conceptuales. Mas, en el presente trabajo hemos tratado  el ejemplo de un supuesto Conciliador, regido por  la premisa de: “Actuar en el trato de los demás como un fin de consecución de objetivos que beneficien el interés general, y no  como medios o instrumentos para lograr los objetivos”.
Pero los resultados de las actuaciones facilistas e interesadas se dan en todos los ámbitos del medio laboral, incluso en el medio familiar. Se dice generalmente “Que donde manda capitán no manda marinero8, y con esta expresión se acolita, se firman, y se toman  todo tipo de decisiones por descabelladas o disparatadas que sean.
Sabemos  que “por debajo”, que muchos  los logros laborales se logran con  influencia de terceros… que una vez que colocan sus “fichas” en el poder, extienden con propiedad los mandatos de su dominio. Visto de esta manera, en algunos cargos  del campo laboral, muchos serían los que sobran, y que no están en tal o cual posición los que deberían estar, sino los otros, los que se mantienen por fruto de las influencias.
En el trascurso de la elaboración del presente trabajo, nos hemos visto o colocado también en el supuesto del Conciliador del ejemplo, y muchas veces nos han asaltado las dudas para determinar de qué lado estaríamos nosotros en la solución de las controversias.
Mas, dada la solución y la resolución fiel de los problemas, a nosotros nos queda actuar por experiencia, dirimiendo un problema o portándonos con el otro de una manera clara, franca y altruista, fuera de toda “utilización” interesada de medios y personas. El fin es hacer siempre lo correcto, pero se deben tener presente los atenuantes, el interés general, y la aplicación moral de las normas, de manera que nuestro trabajo o relación merezca ser tomada como modelo de  reconocimiento.
8.- Frase del refranero popular.

3.- PALABRAS CLAVES

-Autonomía de la Voluntad: Es la que obra conforme al deber, y además por deber. En ciertas actitudes y determinaciones este tipo de voluntad actúa por encima de normas e intereses.
-Buena Voluntad: Es la actitud que demuestra una  persona con relación a una determinada situación. Nosotros identificamos la buena voluntad como una actitud amable y descomplicada con que un sujeto atiende su labor, o  presta un favor.
-Empirismo Ético: Se relaciona con las normas que se interpretan de acuerdo a los supuestos y  a la experiencia partiendo de una sociedad organizada colectiva y socialmente.
-Ética Empirista o de Bienes: Se interpreta como la actitud que marcha siempre en con la consecución de los bienes u objetivos sin contemplar ni causas ni consecuencias.
-Ética: Se dice que es la ciencia de la moral y las costumbres. Se determina en los actos evaluación de una norma,  o un comportamiento,  sometiendo lo anterior a un examen de valor, de acuerdo a las leyes que rigen el momento dado.
-Impresión Sensible. Son las distintas sensaciones que muestran las personas en su comportamiento, y que no está sujeto a leyes o normas, sino a reacciones naturales de las personas en distintos momentos de su actuar.
-Moral: Relativamente está relacionado con el bien actuar. La Moral es también un sistema de normas de conducta al cual deben corresponder el comportamiento del individuo.
-Utilitarismo: Se relaciona con el provecho que se logra en una determinada actuación, facilitando comodidad en atención a intereses particulares. Generalmente el Utilitarismo subyace o está presente en algunas transacciones comerciales, y acciones  que dejan ver la ventaja de unos con respecto a otros.
-Voluntad Idealista: Se considera que el hombre es capaz de realizar sus acciones independientemente de las influencias y circunstancias exteriores.
-Voluntad: Deseo consciente que lleva a las personas a actuar o realizar determinadas acciones.

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