POR PROTESTAR
No
entendía como aquel hombre, podía engendrar tanta maldad…
Tenía
unos ojos brillantes y maléficos…
-Eres
revolucionario, preguntó.
-Solo
estaba protestando, respondí.
-Para
mí es lo mismo, -dijo.
Luego,
acercó a mis ojos una fuente con
escalpelos y bisturíes, y dijo:
-Escoge
con cuál quieres que te torture, y con cuál quieres que te mate…
Mirando
fríamente el instrumental, le respondí:
-Si
voy a morir, me da igual…
-Al
parecer, tú no entiendes del placer del
horror…
Y con suprema frialdad, procedió a hacer su
trabajo…
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EDWARD BELLOUM.014. REV.019.
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