Compara
al hombre respecto de su conocimiento, o
el desconocimiento de algunas cosas, con
la experiencia que te voy a narrar.
Represéntate
hombres esclavos, encadenados en una
cueva que tiene una sola entrada abierta
a la luz del sol.
En ella,
los esclavos permanecen encerrados desde
niños con las piernas y el cuello encadenados, de manera que sólo pueden mirar
hacia delante, no pueden mirar hacia arriba, ni hacia atrás, porque las
cadenas y un palo que sirve de soporte les impiden girar sus cabezas, o hacer
más movimientos distintos al descrito.
Atrás de ellos, se halla la luz de una hoguera que brilla y
proyecta hacia adelante sus mismas sombras, o de los objetos que a éstos los
circundan.
Entre la
entrada de la caverna y los prisioneros,
hay un tabique construido de lado a lado, como el biombo que los titiriteros
levantan delante sus presentaciones,
para mostrar por encima de él, sus
marionetas.
Imagínate ahora que, del otro lado del tabique,
afuera, pasan sombras que llevan toda clase de utensilios y figurillas de
hombres y otros animales, hechos en piedra, madera y otros. Entre los que pasan,
unos hablan y otros hacen gestos y movimientos.
¿Crees
que estos seres encadenados que solo han
visto algo de sí mismos, o algo parecido
de otros en las sombras proyectadas por el fuego?
¿Más allá,
podrían ver algo distinto, definido o claro de la proyección que hace la
luz desde afuera de la caverna de los
seres que pasan, o alcanzarían a ver algo claro de los objetos que llevan los
que pasan del otro del tabique, o de los mismos seres que llevan los objetos?
Si los encadenados dialogaran entre sí, sobre los
seres y objetos que pasan por fuera de la caverna, ¿hablarían de las
características o de las cualidades de los seres y los objetos que pasan, y de los cuales estos solo ven sombras difusas?
Si acaso
la caverna contara con un eco que
reprodujera las voces de los que pasan, los encadenados ¿Creerían acaso que lo que escuchan provendría
de las sombras de los que llevan los
objetos, o de las sobras de los mismos objetos que pasan delante de ellos?
De cierta
manera, los prisioneros no tendrían otra
referencia que hablar de las sombras y los murmullos que estos miran y escuchan,
en otras, pensar que la realidad son las
mismas sombras de las personas y los objetos
que pasan delante de ellos?
Examina ahora el caso de que uno de los
encarcelados fuera liberado… ¿qué sucedería si ocurriese esto?
Libre y
sin cadenas podría marchar hacia la salida, y en el momento de encontrarse con
la luz sufriera un encandilamiento, y en
consecuencia, fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto
antes.
¿Qué respondería
si se le dijese que lo que había visto antes eran solo vagas sombras e imágenes
de los seres y de los objetos, y que
ahora en cambio, está mirando la realidad tal como es?
¿Y si se
le mostrara cada una de las personas y los objetos que pasaban, de los cuales
ellos sólo habían visto sombras, y se le preguntara la diferencia de lo real
con lo que este había visto anteriormente, qué crees que respondería?
Piensa
que el hombre está encandilado aun, y no
puede ver correctamente. ¿Consideraría acaso que las cosas que antes veía eran
más claras y verdaderas, que las que se le muestran ahora?
Por cierto, al menos, necesitaría
acostumbrarse a la luz para poder mirar más claramente. Así, comenzaría hacer
una diferencia entre las cosas reales y las sombras.
Luego miraría las figuras de los hombres y de
los otros objetos en sus demás características y detalles. Es evidente que,
después de todo esto, el hombre liberado
tendría otras opiniones de las sombras y de la realidad.
Piensa ahora esto: ¿Qué pasaría si descendiera
nuevamente y ocupara su lugar entre los condenados, y que luego de haberse
acostumbrado a la luz sus ojos tendrían nuevamente dificultad para mirar entre
las sombras?
Y si
tuviera que hablar de los seres y los objetos que miró en la luz, y del reflejo
de sus sombras en la caverna, en ardua competencia con aquellos que han conservado
en todo momento las cadenas…
Suponiendo que hasta el momento de esa charla,
viera aun confusamente, hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado de
oscuridad o penumbra luego de un tiempo,
En su
plática con los encadenados ¿no se expondría a quedar en ridículo y a que se
dijera de él que: por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos,
y que para ellos, y le dijeran que para ellos ni siquiera valdría la pena
intentar marchar hacia arriba hacia la luz por temor a los daños en la visión?
Y si intentase
desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿los encadenados se resistirían, y si lo
tuvieran cerca de sus manos lo atacarían, incluso lo matarían?
Esta Alegoría se relaciona con: la región
que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión; la luz del fuego
que hay en la caverna; y la luz y del sol.
Compara,
por otro lado, el ascenso y contemplación de las cosas de arriba con el camino
del alma hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que te
voy a decir a continuación.
Una vez percibida
la luz, ha de concluirse que es causa de ver y entender las cosas más claras, que en el ámbito
visible se ha engendrado la luz, la verdad y la inteligencia. Y que en el otro plano está
la ignorancia y la oscuridad.
Haciendo
esta comparación, no sería extraño que, alguien viniera hablar las cosas
divinas a los humanos, éstos al escuchar de lo divino se comportarían
desmañadamente y mostrarían su incredulidad al respecto.
Por tanto
aquel ser, quedaría en ridículo ante
ellos, viendo que sus palabras son confusas entre las personas acostumbradas a formas difusas parecidas a
tinieblas circundantes. ¿En sí, se vería forzado a explicar sobre las ideas
originales que traía, y a discutirlo todo sin lograr la debida atención ni
comprensión entre los presentes?
Pero si acaso
hubiera alguien que haya pasado por las varias experiencias, dirá que los ojos
y el entendimiento pueden ver e interpretar confusamente habiendo perturbaciones: Una al trasladarse de la luz
a las tinieblas, y otra de las tinieblas a la luz; y al considerar que esto es
lo que le sucede a la inteligencia, las personas en lugar de reírse o burlarse,
habrán de examinar tales situaciones:
Se
presenta la posibilidad de considerar, si al salir de una vida luminosa se ve
confusamente la oscuridad por falta de hábito; o si, viniendo de una mayor
ignorancia, y se llegara hacia lo luminoso, ésta sería cegada y
abierta a otros ámbitos por el resplandor.
Si
algunos hombres llegaran a tal experiencia, unos la aceptarían con agrado, y acogerían con
beneplácito los cambios que esa nueva vida les depara.
Otros la rechazarían, y si se quiere, se
reirían de esa posibilidad que considerarían extraña y absurda.
Estas
serían las posibilidades expuestas de manera sencilla entre la experiencia del
conocimiento con relación a la ignorancia.
EDWARD
BELLOUM. 013.
Responda a las siguientes preguntas:
1.- Qué es una Alegoría.
2.- De qué habla Platón en la
narración.
3.- Qué piensan los encadenados de las
sombras que miran.
4.- Se puede considerar a las sombras
como detalles y características de la misma realidad.
5.- Qué posibilidades puede encontrar
una persona en el proceso del conocimiento.
6.- Porqué la verdad puede despertar
dudas y burla entre los ignorantes.
7.- Piensa Usted que existan personas
que rechacen el conocimiento?
8.- Si alguna persona le hablara a
Usted sobre las cosas divinas, lo dudaría?
9.- Se podría relacionar la Alegoría
con el ámbito de la Educación en general.
Explique cómo hacerlo?
10.- Realice un diálogo una narración
sobre algún tema del conocimiento a manera de Alegoría relacionada con el tema
tratado.
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