jueves, 11 de abril de 2019

LA FIESTA (Primera Parte)


DE LA  NOVELA  LA KUSKUNGA.
FRAGMENTO DEL CAPÍTULO NOVENO.
PRIMERA PARTE.
LA FIESTA

El día amaneció  como las mismas obligaciones…
 Por la mañana, recibí una tarjeta, y un detalle de Melba diciendo  que llegaría para la fiesta…
… la casa volvió a cobrar vida como en años anteriores…Todo era un ir y venir, los puestos en la mesa del comedor  repletos, ollas  humeantes  a toda hora en la estufa…
Ropa  mujer, de niños y otros colgaba por todas partes…Música, gritos, risas, olores de perfumes…El teléfono sonando a toda hora, cosas tiradas por todo lugar…
Yo realizaba  funciones de conductor, llevando gente a distintos lugares para proveerse de lo indispensable…
…el vestido listo, y la reina lucía  espectacular…
 Flor  tenía buen porte y figura, cumplía los 15, pero mostraba  la madurez sugerente y fresca de una chica de más edad…
En la tarde, nos acercamos por el lugar del evento para repasar y ultimar algunos detalles…
 Mi hermana había llegado con su esposo y sus hijos, y de cierta manera, me  sentía acompañado,  y me había traído algo de ropa, y otros detalles…
Desde el viernes, los familiares  prendieron la fiesta… participé por la sombra…mi responsabilidad era  conducir la camioneta… mi hermana me abrazaba,  y me decía que me quería mucho,  y terminamos llorando por el recuerdo de nuestra madre…
Más tarde, algunos propusieron que querían ir a la  Disco…
En la disco,  me moví igualmente por la sombra, y volvimos a casa sin novedad…
Contratamos busetas  para recoger a los invitados que no tenían auto…
Casi a las diez,  llegó Melba acompañada  de cuatro agentes de la Aduana, y otras damas, quienes   entregaron sobres con dinero… y ocuparon una de las mesas separada especialmente para ellos…
Me encontraba en la cabina de música,  hasta allí llegó Melba, a  saludarme, y me dijo que no perdiera, que quería hablar conmigo…
Pasó la serenata con Mariachis…las fotos,  el Vals, el cual salió de maravilla…Strauss, transportaba  en momentos al jardín de los sueños…
Se abrió la rumba…bailando con Melba,  me decía que en lo posible,  quería estar conmigo…movía su cuerpo al son de la música, llevaba un  vestido rojo ceñido que  resaltaba sus encantos…
Pasadas las 11,  la degustación de la comida… todos  contentos y agradecidos por  lo exquisito  del menú…
Continuó la rumba…Melba ponía el toque de alegría…
Los minutos corrieron…
Me llamaron para que fuera a dejar a unas personas… y miré que en uno de los pasillos,  Melba tenía una  discusión con uno de sus acompañantes…
Alcancé a escuchar que le decía: Qué él había hecho hasta lo imposible, para ella lo aceptara…Y que sin embargo, seguía mamándole gallo…
Ella le respondía: -Qué ya se emborrachó mijo, para llevarlo al hotel…No pensé que fuera tan barato…Qué tomó que le dio por allí…?
Cuando me miró,  se acercó, y dijo que no me perdiera…luego  regresó donde su acompañante para volver a la fiesta.
Cuando volví,  Melba me dijo que la llevara su casa, le comentó a mi tía,  y le dijo que en un rato estábamos de vuelta…

BLOG: EDWARD BELLOUM. 015.

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