DE
LA NOVELA LA KUSKUNGA.
FRAGMENTO DEL CAPÍTULO NOVENO.
FRAGMENTO DEL CAPÍTULO NOVENO.
PRIMERA
PARTE.
LA FIESTA
El
día amaneció como las mismas obligaciones…
Por la mañana, recibí una tarjeta, y un detalle
de Melba diciendo que llegaría para la
fiesta…
…
la casa volvió a cobrar vida como en años anteriores…Todo era un ir y venir,
los puestos en la mesa del comedor
repletos, ollas humeantes a toda hora en la estufa…
Ropa
mujer, de niños y otros colgaba por
todas partes…Música, gritos, risas, olores de perfumes…El teléfono sonando a
toda hora, cosas tiradas por todo lugar…
Yo
realizaba funciones de conductor, llevando
gente a distintos lugares para proveerse de lo indispensable…
…el
vestido listo, y la reina lucía espectacular…
Flor tenía buen porte y figura, cumplía los 15,
pero mostraba la madurez sugerente y
fresca de una chica de más edad…
En
la tarde, nos acercamos por el lugar del evento para repasar y ultimar algunos
detalles…
Mi hermana había llegado con su esposo y sus
hijos, y de cierta manera, me sentía acompañado, y me había traído algo de ropa, y otros
detalles…
Desde
el viernes, los familiares prendieron la
fiesta… participé por la sombra…mi responsabilidad era conducir la camioneta… mi hermana me abrazaba,
y me decía que me quería mucho, y terminamos llorando por el recuerdo de
nuestra madre…
Más
tarde, algunos propusieron que querían ir a la
Disco…
En
la disco, me moví igualmente por la
sombra, y volvimos a casa sin novedad…
Contratamos
busetas para recoger a los invitados que
no tenían auto…
Casi
a las diez, llegó Melba acompañada de cuatro agentes de la Aduana, y otras damas,
quienes entregaron sobres con dinero… y
ocuparon una de las mesas separada especialmente para ellos…
Me
encontraba en la cabina de música, hasta
allí llegó Melba, a saludarme, y me dijo
que no perdiera, que quería hablar conmigo…
Pasó
la serenata con Mariachis…las fotos, el
Vals, el cual salió de maravilla…Strauss, transportaba en momentos al jardín de los sueños…
Se
abrió la rumba…bailando con Melba, me
decía que en lo posible, quería estar
conmigo…movía su cuerpo al son de la música, llevaba un vestido rojo ceñido que resaltaba sus encantos…
Pasadas
las 11, la degustación de la comida…
todos contentos y agradecidos por lo exquisito del menú…
Continuó
la rumba…Melba ponía el toque de alegría…
Los
minutos corrieron…
Me
llamaron para que fuera a dejar a unas personas… y miré que en uno de los
pasillos, Melba tenía una discusión con uno de sus acompañantes…
Alcancé
a escuchar que le decía: Qué él había hecho hasta lo imposible, para ella lo
aceptara…Y que sin embargo, seguía mamándole gallo…
Ella
le respondía: -Qué ya se emborrachó mijo, para llevarlo al hotel…No pensé que
fuera tan barato…Qué tomó que le dio por allí…?
Cuando
me miró, se acercó, y dijo que no me
perdiera…luego regresó donde su
acompañante para volver a la fiesta.
Cuando
volví, Melba me dijo que la llevara su
casa, le comentó a mi tía, y le dijo que
en un rato estábamos de vuelta…
BLOG:
EDWARD BELLOUM. 015.
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