CLARO AMIGO
Por un tiempo y entre el ocio y la
vagancia
Vivíamos casi juntos,
tú en tu casa, y yo en la mía
Por ratos, nuestras casas, fueron
casas compartidas
Lo compartimos todo,
Desde los momentos más sosos y aburridos
Hasta los ratos de escándalo y de
euforia
Enfrentamos leves y graves problemas
Desde las cosas más estúpidas de la
vida
Hasta los grandes desatinos de la cordura
…fuimos más que amigos,
Confidentes, secuaces, y compinches…
Vagamos por calles desoladas en frías madrugadas…
Juntos y compañía
Gritamos hasta el amanecer en los conciertos
Arrancamos y quitamos el sueño con sentidas serenatas
Juntos y descarriados
Terminamos en trifulcas
Disputando a fuerza contra pandillas
vecinas
Otras,
Terminamos enredados, encerrados,
Por ataques
y desmanes
Inculpados, denunciados,
Con cauciones, y obligo de reparación
Juntos nos perdimos por varios días
Sin aviso y embriagados
Terminamos en pueblos y ciudades
cercanas o lejanas
Qué importaban las lágrimas o las
preocupaciones de los viejos
Lo importante era vagar, reír, gozar,
perderse…
A veces tardábamos más de la cuenta
Muchas veces nos dieron por muertos o
desaparecidos
Tirados a la aventura
Conocimos tantas cosas que en la
cordura
Nunca se hubieran manifestado
Conocimos vicios, peligros, mujeres y
enfermedades
Amores y regaños
Que siempre compartimos y superamos
como hermanos
Vestíamos igual que reíamos,
Caminábamos de forma parecida
Teníamos las mismas respuestas, el mismo corte de pelo
Compartíamos la ropa, el pan, el cigarrillo,
un pequeño trabajo
Tomábamos licor de la misma botella
Cantábamos en el silencio
A la noche
Sonatas de amor a las estrellas
Compusimos canciones, poemas, dichos
y decires
Nos burlábamos de los Cuchos
De las torpes salidas de los Burdos
Nos desvelábamos detrás de rebeldes
amores
Y siempre
Había una hora y un lugar para
encontrarnos
Asistimos juntos a pésames y
entierros
Compartimos todo, incluso las
situaciones de apremio
Y nunca hubo celos, ni querellas entre nosotros
El tiempo pasó
Y otros rumbos marcaron nuestra brújula
Partimos a la guerra empuñando armas
de bandos contrarios
No hubiera querido ser yo tu verdugo
Pero tu cuerpo un día
Salía en ataúd de una iglesia vecina
Así como todo termina…
Llegó el fin para tu vida
No sé, qué nos pueda deparar el futuro
No sabremos si nuestra amistad pueda
recomenzar
Nuevamente
En una supuesta reencarnación
Y tal vez, entonces nos encontremos y recordemos
algo
O terminemos poner pausa a los
últimos decires
O de pronto
Solo nos encontremos
Para seguir nuestro camino
Haciéndonos compañía entre las
sombras…
Blog: Edward
Belloum.012.
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