EL LIBRO QUE BORGES ABANDONO
Pasando
por la calle México en Buenos Aires, sentí ganas de entrar en la biblioteca. El
aviso de horario en la puerta, me decía
que me sobraba tiempo para echar una ojeada.
En
la biblioteca, me llamó la atención la luz que entraba por las filas de ventanas
ubicadas en lo alto de la edificación de arquitectura victoriana. Pude mirar de
simple inspección, que había tres niveles definidos para la atención al
público, y que al comienzo de cada nivel
había módulos de información, atendidos
por empleados que vestían blusa de color
gris.
Fui
pasando por varios anaqueles, terminando
en el lado derecho del vestíbulo del primer nivel, y me sentí tentado a bajar
por una escalera curva que llevaba hasta el sótano donde estaban los de periódicos y mapas.
Pensé que podía echar un vistazo, y bajé al lugar. Noté que en el ambiente se
respiraba algo de humedad, y que no había empleados o guías en ese lugar…
Busqué
por fecha los periódicos, y me ubique fácilmente en la época de los ochenta entre los meses de marzo y abril del 83. Saque los legajos, y a simple vista aparecían imágenes de guerra
con títulos que decían: Mercenarios
Angoleses en la guerra de las Malvinas…Usaron Visores nocturno. Colombia
el Caín de Latinoamérica…y otros…
Seguidamente,
miré
un libro en el fondo del anaquel de donde había sacado los periódicos. Dejé
los legajos sobre la mesa, y traté de tomar
el libro para ojearlo… me sorprendió su peso. Quise desistir, pero la
curiosidad venció la duda, y haciendo
algún esfuerzo logré tomarlo en mis manos.
Pasé
a examinarlo, y confirmé que sería tal vez del siglo XIX, tenía
encuadernación en tela, y en la portada se leía: Hol…Wri…
y abajo Bomba… se miraban espacios
que presentaban borrones e inconsistencias, y letras que no se distinguían…
Cuando
leí la palabra bomba, creí que se trataba de un libro de física o química, u
otro, y comencé a abrirlo cuidadosamente…
El libro despedía humedad, y tuve
temor a que se deshojara…
Aparecían
signos en otra lengua, y grabados. Pensé luego, que se trataba de un libro de magia…: “En el
ángulo superior de las páginas había números que señalaban de pronto la página,
pero no coincidían con la secuencia de las
páginas par, o impar.
“Digamos
40.514 aparecía en la par, (números exorbitantes para las páginas de un libro),
y en la impar, el 999. Aplicando
elementos de descomposición de Cábala común, sume las cifras entre sí, y el resultado de la descomposición era: 5 y
9; y la suma y resta de las cantidades por descomposición también era: 5.
Supuse
que había alguna coincidencia, o que
ameritaba investigar más... Volví el libro
por el dorso, y se distinguían ocho números. Con base a esto, se daba otra coincidencia con la cantidad de números que aparecían en las páginas, los cuales sumándolos también daban ocho. Luego miré que en la
parte baja había un pequeño dibujo, como es de uso en los viejos diccionarios: “un
ancla dibujada a la pluma, al parecer hecha por la torpe mano de un niño”.1
Cerré el libro, buscando sentarme para mirarlo
detenidamente…
Al volver abrirlo, miré un libro de hojas vacías,
lo cerré nuevamente, y sostuve el libro extrañado con el lomo hacia arriba…
Pensé que alguien me quería jugar una broma. Luego
de un momento, volví a abrirlo
nuevamente, y esta vez miré algunos grabados que ilustraban los viajes de un
marinero y otros.
Jugando al abrir y cerrar… y a pesar de haber señalado la página
donde aparecía el marinero, no la encontré, sino que en la página aparecía el grabado
de una mujer con rasgos de una reina de la época victoriana… para mi viveza y
oportunidad, me dije: Esto es espectacular o propio para tomar el pelo… y me
imaginaba gastándoles bromas o adivinanzas a mis amigos y familiares…
Comencé a
mirar por los lados del sótano, y luego hacia arriba para ver si alguien me miraba. Mi
intención era guardarme el libro, y sacarlo de la biblioteca…e ir al hotel, para
revisarlo con cuidado.
Mirando que nadie me veía, tomé el libro y lo deslicé con rapidez en el bolsillo interior del gabán, al tiempo que tapaba el frente con los
periódicos, por si alguien me mirara. Estuve unos momentos más mirando los
periódicos, los volví al lugar, subí la escalera mostrando despreocupación…al
rato, salí de la biblioteca.
En el camino al hotel, miré hacia atrás, para ver si alguien me seguía…No miré nada
sospechoso. Cuando llegué, fui directamente a la habitación y me dispuse
cómodamente a mirar el libro nuevamente.
No conocía mucho de libros, pero sabía que el
ejemplar que tenía en mis manos era raro, y desde ya me metía en un mundo de paradojas,
misterios y situaciones extrañas…en ese momento, era como si tuviera en mis manos, la lámpara maravillosa, o algo parecido.
Abrí el libro, tratando de buscar un índice o un final, pero
nada, aparecían hojas y hojas de grabados que me remitían a otros grabados.
En el principio, y final, aparecían ahora formas de animales como
dragones y serpientes que se comían la cola, luego un árbol en medio de un
bosque y una pareja de humanos que se escondían con vergüenza detrás de los
matorrales, pero no había descripciones…
Quería seguir a la página siguiente, y no me
permitía… tenía que esperar largos momentos hasta que me permitía abrirlo
nuevamente. Pensé que el libro era un problema, porque no se prestaba para
seguir un tema determinado, peor para hacer un juego, era como si tuviera vida
propia…
Me incorporé dejándolo en un estante de la
habitación, y salí del hotel con la intención de almorzar, y de ir a algunos lugares de la ciudad que me
faltaban por visitar.
Regresé al hotel al anochecer, luego de pasar por
la habitación mirando el libro, y lo demás…y comprobando que no había novedad,
me metí al baño. Luego, salí a tomar
algo caliente.
Regresé a la habitación, y en comodidad, encendí la
televisión, y tomé el libro nuevamente, y me metí en la cama. Noté que el
programa hablaba de un hallazgo hecho en unas cuevas en el Medio Oriente, sobre
unos pergaminos relacionados con el Nuevo Testamento…
Cuando
imaginé la palabra pergaminos, el libro se abrió solo…me quedé pensando, y traté de comprender, que tal vez el libro funcionaba o respondía al pensamiento,
o a las ideas que se tuviese el lector al
momento.
Miré las páginas que el libro mostraba, y pude ver escenas de lo que supuse eran guerras y conflictos de Roma en el
periodo de los Césares... Las páginas
pasaban solas, y a manera de película me iban mostrando diversos contenidos,
era como hacer un viaje en el tiempo y mirar desde la barrera, hechos y sucesos…
El tiempo pasó… Desperté con el toque en la puerta,
y una voz que decía servicio de aseo…
Eran las 10 de la mañana del día siguiente. Noté que el libro estaba cerrado
tirado en el piso, y la televisión encendida.
Me levanté, guarde el libro entre la valija de
mano, y me metí al baño. Recordé que debía confirmar mi pasaje de regreso a las
4 P.M. Y tenía solo el tiempo preciso para comprar algunos detalles de viaje,
almorzar y luego dirigirme al aeropuerto.
En la tranquilidad del avión, comencé a rememorar
las historias que me mostraba el libro, y a confrontarlas…No sé, al tiempo que
tenía claridad, el futuro se me presentaba
confuso e incierto…No sabía si creer o no creer en las imágenes que
había visto en el libro, pero todo me parecía lógico y acertado.
De las cosas más triviales, pude ver en las
imágenes que me mostraba el libro, que
mi esposa salía con otro hombre, de lo cual ya tenía algunos indicios, pero no
había querido prestar importancia. Pero las páginas del libro me confirmaban
los detalles... De seguro que cuando llegara, pediría algunas explicaciones,
pero cuando lo hiciera, mi matrimonio acabaría…
En cuanto a datos históricos pude ver que el
cristianismo se inventó la historia de un nuevo dios, como también sobre el
hecho de las divisiones de grupos motivadas por distintas posiciones e
interpretaciones sobre el sentido de las enseñanzas…
Otros indicios, mostraban a Jesús no como dios sino
como profeta o enviado, enseñando el camino de regreso al paraíso…
No hubo tal muerte ni resurrección de Jesús, a
quién tomaron preso fue a uno de los apóstoles llamado Juan que tenía un cierto
parecido con Jesús, y mostraba, que fue a este al que crucificaron…Y entre
otros, los apóstoles no fueron doce, hubo muchos Pedros, Juanes, Santiagos y
otros, y tenían rasgos parecidos, de aquí la confusión…
Sabía que el libro era mágico, y no sabía qué haría con él…Lo cierto, es que renunciaré a mi cargo de representación
en el gobierno por los sucesos que se avecinan, en los cuales el presidente, y
toda la mesa de gobierno quedará en entredicho por el asesinato de los jueces…Se
inventarán la disculpa de un posible Golpe para despistar a los incautos… Sin
matrimonio y sin cargo, partiré fuera del país, y buscaré vivir de las
inversiones en el extranjero…
Efectivamente…a mí llegada se suscitaron ciertas
discusiones con mi esposa, que condujeron a la separación…Vinieron algunos
puntos y acuerdos, y en cinco días, ya estaba preparando los pormenores de mi viaje.
Busque el libro entre mis cosas para guardarlo en
las valijas, y no apareció…
Preguntando a la encargada del servicio, dijo: Que
mi esposa había regalado algunas cosas viejas que había encontrado en la
habitación, para el reciclaje…
Notas:
1.-
Borges. Libro de Arena. El subrayado es nuestro.
-Cuento basado en el Libro de Arena del mismo Autor…
EDWARD
BELLOUM. 014.REV.016.
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