EL MISIONERO
II
Apareció
un día con una Biblia bajo el brazo, no
paré bolas…pensé que era otra de sus exploraciones espirituales… otra de sus
búsquedas por encontrar respuestas a la vida. Desde hace unos meses, me dijo que estaba estudiando la
Biblia con un grupo de “cristianos”, y por la propaganda y los folletos que encontré
en su escritorio, me di cuenta que era con otro grupo distinto al anterior.
Pensé
que eso de andar de grupo en grupo, no revestía mayor peligro… En mi interior, aprobaba de que
él estuviera metido o asistiendo a uno de esos grupos, por aquello del control
de los vicios y de los instintos. En mi juventud, también fui buscador de aquellas “verdades”, que aunque no
se me revelaron, me dejaron recuerdos y prácticas valorables… Pensé que lo
mismo sucedería con Esteban, el hijo mayor.
Por
aquellos días estaba cursando el 11° grado, en un prestigioso colegio de la
ciudad de orientación católica de calendario “B”; y como era natural, Esteban no participaba en las actividades que tuvieran
que ver con ritos o similares del colegio, e incluso en clases, según los
sacerdotes y profesores, discutía los preceptos religiosos, como: El monoteísmo,
la unicidad de dios, la Eucaristía, el
Misterio de la Santísima Trinidad, la Confesión, el misterio de María…entre
otros; lo cual para los santos
sacerdotes, resultaba incómodo y alarmante…
En principio, esto tampoco me preocupaba.
Un
día me citaron al colegio, y frente a
Rector y Comité Académico, el director de grupo me comunicó a manera de
ultimátum: Que la estancia de nuestro hijo en el colegio, se constituía en un
peligro y un atentado. Que por su desobediencia
y desinterés en participar en los ritos obligados de la Santa Iglesia se
había convertido en un problema. Que sus
discusiones sobre las santas doctrinas, y la forma cómo tomaba las enseñanzas, resultaban
un mal ejemplo para el resto de sus
compañeros, y un hecho de rebeldía para el resto de “piadosos” estudiantes… y que
dadas esas penosas circunstancias, lo
mejor era retirarlo.
¡Retirarlo! Dije, alterado… ¿Pero si es
último grado?
Les
hablé algo sobre la libertad de cultos… (Por aquellos días no regía aún la
Constitución del 91), y solicité que antes
de tomar una decisión, me permitieran tratar el asunto con él en casa… Y
agregaron: Varios de sus compañeros, y
alumnos de otros grados ya lo siguen y quieren parecerse a él en sus actos de
indisciplina…Les respondí con alguna burla,
y en palabras de bajo tono: Lo mismo que al Nazareno…
En
casa, tuve una charla con Esteban sobre
lo que me dijeron los directivos, y le hablé sobre la posibilidad de que le
bajara el fuego a la discusión en clases; y que en los actos de participación religiosa
no fuera tan notorio, para que los otros estudiantes no se sintieran influenciados… De primera
línea, Esteban no aceptaba nada, y discutía todo con su libro en la mano…Valiente
discusión, yo sin nada y él con una arma en su mano…
Como
sea, reprimido por las políticas del colegio, por los Curas Represivos, y los Profesores Santurrones… terminó el
bachillerato, y no quiso hablar de la posibilidad de cursar una carrera
universitaria…
Cierto
día (visitando a Esteban), me comunicó, que viajaría a Florida U.S.A. a una asamblea
internacional. ¿Tan lejos te vas…? -Le dije en tono de burla.
La
información sobre su viaje no causaba
sorpresa, hacía dos años que se había bautizado, y había asistido a varias asambleas
dentro y fuera del país. Estuvo en Ecuador,
Perú, Argentina, Costa Rica, y en muchas ciudades de Colombia,
y según algunas certificaciones y esquelas de representación que había leído,
Esteban era un Misionero de tiempo completo, con asignaciones de tiempo y responsabilidades,
aun dentro de las mismas asambleas...
Para
los viajes, Estela le ayudaba con su
dinero…Luego de una semana, Esteban había llamado, y le había comunicado, que no podría volver hasta después de tres
meses, y que posiblemente para principios de diciembre estaría de vuelta…Además,
le había dicho que se encontraba bien, que estaba gestionando algunos papeles
oficiales para su residencia en USA, , que tenía novia… y consecuente con esto, estaba perfeccionando su
inglés, y lo más importante, había terminado
satisfactoriamente, varios niveles de estudio bíblico.
A
mediados de diciembre regresó de la Florida con esposa a bordo. Margareth era
neoyorkina criada en la Florida, y hablaba español de manera clara y
entendible. Aunque no era muy comunicativa, era agradable saludarla, y cruzar
algunas palabras con ella por el acento…
Algún
día comentamos algo sobre porqué en casa de mi hijo, era yo sólo un visitante,
y me dijo: que ella también venía de un
hogar de padres separados… Alguna vez, compartimos algo en la mesa, y le
pregunté cómo había ingresado al grupo…A lo cual me respondió secamente que
había sido un llamado del Señor… Como pareja, ellos tenían muchas asignaciones
de tiempo completo en su trabajo de misioneros, por lo cual siempre andaban
afanados. Mirándolos juntos, me decía: Hacen buena pareja… Esteban como
Margareth, era de piel clara y cabellos
rubios.
En
agosto del 89, supe que Esteban viajaría
con su esposa a una asamblea o reunión importante en Panamá…pero que
primeramente irían a la Florida a visitar a los familiares de Margareth, y que
luego regresarían a Panamá…
Preocupado
le dije que Panamá pasaba por momentos difíciles, y que según informaciones: la
“Toma” o golpe del país por U.S.A. eran inminentes. A lo cual me respondieron,
de que no deberíamos preocuparnos, ya que ellos eran gente de dios, y que nada
tenían que ver con los conflictos de política de los países…
Dentro
de los días siguientes, planearon y dispusieron los preparativos para el viaje.
Con Estela los llevamos hasta el aeropuerto, y desde lejos miramos como el
cuerpo del avión se los tragaba como una ballena… Y en vuelo, se perdían en horizonte entre una tristeza incomprensible.
Mis
sueños por aquellos días, eran de abismos
sin salida, caminos sin regreso, ropa que se perdía en corrientes tumultuosas y
violentas…Ruidos de música estridente que robaba el sueño de las aves, y como
en Jericó, estremecía las puertas y los
muros de un edificio religioso… Guardé mis comentarios sobre los sueños, nada
de esto, comenté con Estela.
Pasaron
quince días desde su viaje, y Estela me llamó preocupada, diciéndome: Que no entendía por
qué Esteban no se había comunicado. Yo le respondía, que estuviera tranquila, que en los siguientes
días lo haría…
Muchas
veces quise comentar los temores de mis sueños a Estela, pero callaba…dejaba
solo, que un nudo fuerte y amargo me oprimiera
la garganta. Lo cierto, era que desde que Esteban regresó de la Florida, casi ni
hablábamos, nuestras conversaciones se remitían a un simple saludo, o a comentario casual de alguna noticia. Otras
veces le preguntaba sobre su ministerio, y él respondía secamente que bien.
Entendía
que aquel no era el hijo o persona que yo
acostumbré a tratar. Se mostraba más
callado, de pronto por la
responsabilidad de tener esposa…Antes de estar en el grupo, era alegre, recursivo con un detalle o
comentario de interés, el cual siempre lo matizaba con algo de humor. Más atrás, era un chico afanado, y buscado por amigos de rumba y fiestas ocasionales; preocupado por los paseos y la moda…
En
los últimos días, era un tipo frío, casi sin emociones, pegado siempre a sus
horarios de trabajo o misión, igual su esposa. Pero en ella, era comprensible por ser extranjera… Alguna
vez pasé por ellos para recogerlos en su iglesia, y pude notar que entre la
gente de su congregación, su
comportamiento era distinto, que al que mostraban en la casa… Sin acercarme
mucho, pude notar que entre ellos sonreían, y que hacían algunos chistes… Pero dentro
de la familia, su trato se remitía solo
a lo necesario... Un trato seco y nada
cordial.
Pensé
incluso, que hasta pronto nos despreciaran, porque no profesábamos sus
mismas creencias, y sentía que nos miraban como bichos raros, o como decían
ellos, para ellos, éramos almas inútiles y mundanas, propias para la destrucción del Armagedón, ya
que según decían solo ellos serían salvos…Salvos de qué –les replicaba.
Alguna
vez, Margareth me preguntó que por qué no me había acogido la fe. Le respondí que por
divergencias de caracteres. Le hice notar claramente que no estaba de acuerdo
con la creencia que ellos tenían acerca de que Jesús como persona… Sobre el
punto de la resurrección, sobre la aparición invisible de Jesús en 1914, o
sobre el aspecto de la resurrección, y del Nuevo Reino…bases supuestas de sus creencias…
Margareth,
diestra en el manejo del libro como todo bíblico, me contestaba mostrando algunos versículos para que yo mismo leyera…En otras le dije, que
no era por desprecio a lo extranjero, pero que no me gustaba, que la Sede Central de la iglesia a la que
ellos pertenecían, fuera norteamericana...
Ella
me dio explicaciones, que dejaban muchas dudas al respecto... Seguidamente
anoté: -la Biblia que ustedes utilizaban,
tiene muchas adiciones de palabras y
acomodos…
Entre
comentarios, dijeron que cuando
volvieran de Panamá, tomarían un apartamento cerca del salón de reuniones donde
estarían más cómodos, pero, si acaso los asignaban a esta ciudad…por la
cuestión de estar más cerca de sus
hermanos, y otros…
De
cierta manera, le hicieron entender a su madre, que no se sentían cómodos viviendo con ella y
sus otros hermanos. Dos días antes de su viaje, les dije que desistieran de
ello, por el conflicto, y que no entraran a Panamá si este persistía…Por
primera vez, Margareth en la frialdad que demostraba, entendió nuestras angustias, y dijo: Para estar en paz es
necesario tener un estudio de la
Biblia…Yo le comenté que nuestra
preocupación tenía sus razones ciertas, y que si viajaban a ese país, se iban a meter en la boca del lobo… Ella nos
contestó que Jehová siempre los protegería y
leyó apartes del Salmo 23.
Pasaron
los días…y el calendario marcaba 5 de
noviembre. Estela me comentó que por una
comunicación que tuvo con Esteban, que se
había enterado que ese mismo día estaban
listos para partir al aeropuerto, y
viajar desde Miami a Panamá, y que cuando estuvieran instalados la llamarían
nuevamente…
Cinco de diciembre… No se sabía nada de ellos. Estela dijo que tenía un extraño presentimiento, y que sus
sueños eran angustiosos… que miraba a Esteban cayendo al vacío sin que ella pudiera hacer nada para salvarlo.
Que
otras noches había soñado: que Esteban
era torturado, y que lo colocaban en una
fosa sin nombre…
Yo
solo escuchaba, pero no hacía
comentarios al respecto…
Dentro
de toda la angustia del caso, pasaron fiestas de fin año, y días de Carnavales... Estela dijo que había cotizado un viaje a Panamá. Le contesté que se asesorara bien al
respecto, y que para adelantar o tener otra información, sería conveniente ir a
hablar con los representantes de la Congregación en la ciudad.
Acordamos
ir a la sede de la congregación el sábado siguiente en horas de la mañana. Nos recibió un pastor norteamericano, a quien
luego de comentarle nuestras preocupaciones, nos dijo: “Tener tranquilidad, que
misión bien, pareja bien…Comunicación con país,
Panamá, mucha interferencia...”
Le
respondí que no era normal tanto silencio. El pastor respondió con letanías: “Caminos de dios ser perfectos, nada malo suceder...” -Le repliqué alterado, que sus palabras no me convencían… y
que si tenían una información válida nos
la hicieran saber…
Abandonamos
el lugar entre ojos de asombro de los miembros de la congregación, quienes
miraron gestos, y escucharon palabras subidas de tono…impropias para el lugar…
Luego
de los trámites legales, Estela viajó a Panamá en los primeros días de
abril. De la Toma habían transcurrido
tres meses…Desde Panamá, me comunicó que pese a todos los intentos y las averiguaciones, no había logrado saber nada
de los muchachos…
Dijo
además, que en una de las Gendarmerías, le habían insinuado que debería dirigirse a la
Florida para buscar más información,
porque de la pareja que buscaba, no había rastros de que hubieran entrado al
país…
Se
dirigió a la Florida, con alguna
referencia de la dirección de los padres de Margareth, y contando con la ayuda de un abogado latino contratado de la
rama de emigración, averiguaron en distintos lugares, pero nada… Nada sobre la dirección de Margareth y de sus
padres. Sobre el asunto de Panamá, y la
Toma…Allá, también completo silencio…
Volviendo
de los Estados Unidos, Estela entró nuevamente a Panamá para mirar si algo nuevo había aparecido…Nada.
Dentro de las limitaciones del caso, agotó los medios posibles para dar con el paradero
de Esteban y su esposa…Luego de cuatro días, fui a recibirla al aeropuerto de
la ciudad, se mostraba agotada, demacrada y enferma…
Todo fue inútil decía destrozada…En momento de
ira y dolor, volví a la sede de la congregación, y les vacíe mi tazón de
reproches y reclamos, en medio de una reunión de fieles…
Lo
único presumible y cierto, es que los
muchachos fueron confundidos, presos, y
capturados…Tomados de pronto como espías,
por el gobierno de Panamá, y luego, los
desaparecieron en la trifulca…Out Tú Panamá…
-Fotos
que hacen Referencia a la Toma de Panamá.
Blog: Edward
Belloum. 92.
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