LOS PERROS VECINOS
Todos
los días a excepción del domingo,
Los
perros vecinos
Su
alimento, madrugaban a buscar
Marchaban
de su casa muy temprano
Cruzando… Pasando calles
Parques, puentes y
avenidas…
Merodeando
por aquí, buscando por allá
Hurgando
en la basura
Caminaban,
Corrían
Llegaban
al matadero
Al
mercado municipal
A
esperar, los huesos
Que los
carniceros, les tiraban a rabiar
Todos
los días a excepción del domingo,
Su
comida al comercio, iban a esperar
Y
entre peleas, Azotes, Gritos, Ladridos
Los
huesos con otros perros, les tocaba disputar
Los
huesos que con desprecio,
Los
carniceros, les tiraban a rabiar
Todas
las mañanas a excepción del domingo
Los
perros su comida, al comercio iban a buscar
Hambrientos,
Ansiosos siempre
Porque
sus amos de comida, Nada, de Nada,
Nadita para dar
Pero
un miércoles que en el país,
Se
dio en una jornada,
De
Tenso Paro Nacional
Los
perros sus huesos madrugaron a buscar…
¿Qué
raro, Todo Vacío, Solo, Desierto?
Qué
pasó –Se preguntaban entre sí-
Lo
cierto… es que de Huelgas, Protestas…
De
otro…
Nada, de nada,
ellos iban a saber,
Menos
de aquello, del Gran Paro Nacional Estatal
Los
perros Molestos, Cansados
Merodearon,
comida
por todo lugar
Pero
de comida Nada, que Nada, Nada que
encontrar
Todo cerrado: Todo, Desierto
Del
comercio Nadie, Nadie quien laborar
Solo Protestas,
Gritos, Piedra,..
Pero
de comida nada,
Nada
que encontrar,
Porque
ese día…
Era el gran día de Paro Nacional
Buscaron,
olfatearon
Comida, Por todo lugar
…
Pero de comida Nada, Nada que encontrar
No
entendían cómo: Ese día, No era laboral
Y Cómo algunos,
Además
de los festivos
Aprovechan los días de Paro para continuo descansar,
Mientras otros con Gritos y Alharacas
Salen
a protestar
Buscaron
y rebuscaron, Pero Nada que encontrar
Cansados
y molestos,
Sin Nada más qué hacer
A casa enfilaron, para Así, buscar volver,
Sin
Nada, Nadita, Nada, Nada para comer…
Qué fastidio…Qué Miseria,
Qué
vergüenza…Confusión
Volver
a casa sin un qué
Sin
Qué…Sin Nada que comer
Si
en casa Nunca, Casi Nunca,
Nunca
Nada, Nada que comer
Como
fuere, otro día… Qué más da, para aguantar
Hambre
de Perro Callejero,
Al nuevo día…Otra vez,
Habrá
que amanecer…
Los
perros,
Cansados
y molestos
Un largo trecho tendrán que recorrer
Para a casa volver,
Subieron,
y Bajaron…
Subieron
otra vez
Por Calles, Atajos… Puentes, Avenidas
Buscando
el camino
De
Vuelta a su hogar
Esquivaron
Gritos, Carreras, y Tumultos
Otros
Perros, Ataques, Ladridos
Carreras
mil…
Escaparon
de Palos, Desprecios, y Azotes
De
Manifestantes, Patrullas, Policías
Fuego,
Humo,
Y
piedras mil…
Volver,
sin nada,
Sin
un qué, Nada Qué comer
Esquivando
Gases, Bombas, Tiros de Fusil
¡Qué
fastidio! ¡Qué Miseria!
¡Qué
Incomodidad!
Si
en Casa, Casi Nunca,
Nada,
Habrá para comer
Tomando la última cuesta
Para
a su casa arribar…
De
pronto… Un Gato Vecino,
Juguetón
de Tradición,
Agazapado en un arbusto
Aguaitaba el paso de los perros al pasar
Pendiente,
al asecho, y En claro comodín
Se
acomoda en un antejardín
Y
calculando un saltarín
Espera a los perros el michín
Y
cuando los perros vecinos
Fastidiados
de su andar
Cruzaron desprevenidos y molestos…
El
gato vecino que Nada sabía de Nada
Ni
de Paros, ni Penurias del Paro Nacional
Invitándolos
a un juego
Salta por delante de ellos
Lanzando confiado
Augusto aullido
Pero
el gato Tacó Burro en el juego,
Y
entre angustia de Jauría de Perros Hambrientos…
Un
gato juguetón
Quiso
pasar de parlanchín
Los
perros cansados,
Fastidiados
de la Perra Vida
Nada
de juegos, Sustos, Ni de Nada…
Estaban
para saber…
(La gracia del gato: Saltar por delante era.
Asustar -a quien pasara- y luego
desaparecer…)
Pero
los perros por el bendito Paro,
Por
el Paro Nacional
Nada
de chistes, ni de juegos…
Nada de Nada, que no fuera Qué Comer,
De
otro nada, Nada Querían Saber
Molestos
reaccionaron,
Y
en menos de un gruñido… al gato alcanzaron
Del cuello lo estrujaron
Y lo rompieron en segundos
Y
entre mordiscos con saña,
De
esta vida…
Al
Gato Juguetón, a la otra Vida Despidieron
El
gato gracioso, y Ahora Difunto,
Yacía muerto tirado en la calle
Con
su cuello a mordiscos, destrozado…
Casi
despedazado.
El
gato vecino, Pagó con su vida
La
inútil gracia de Asustar a Quién no Debía…
En
raras situaciones
Que
ni los Perros Vecinos, ni el Gato Entendían
Por
eso en la vida, siempre hay que
recordar:
Que
la gracia y la risa que es de muchos
Para
otros, Daño: Ofensa de Muerte puede ser…
Por
eso: Por la Paz entre Perros y Gatos
Y
para no Ofender Quien no se Debe…
Lo
mejor es no Maullar, Ladrar, o Molestar
En
ocasiones de Rara Confusión…
Donde
entre ánimos locos
Hierve
la Pasión…
Blog: Edward
Belloum.014.
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