PARTIR (CARTA)
CUARTA PARTE
Llegamos a sacudir sobre
nuestras cabezas, los insultos más
hirientes...
Me gritabas estúpido, por pasar largas horas frente al procesador
tratando de arrancarle un poema o un cuento a la vida.
Te llamaba imbécil, porque
pasabas la mayoría de las horas del día,
y de la noche, tratando de arrancar una
nueva comisión o ganancia al sinnúmero de negocios que manejabas en carpeta… y siempre colgada de tus celulares.
Un día te grité: Desgraciada, y eso te dolió; y me
gritaste: Tarado, por pasar escribiendo cosas que nadie leerá… Y eso también me dolió.
En un momento, reflexioné sobre el papel del escritor o del poeta de las
redes, en su “triste” vida, esperando que alguien lea sus historias.
Algunos nos cansamos de participar
en concursos, usando pseudónimos absurdos para disfrazarnos ante los demás, sin obtener nada, ni siquiera una Nota de
agradecimiento por la participación.
O tal vez sintamos que no tenemos la madurez, ni la calidad propias de los escritores Laureados…
Como muchos, hemos aprovechado los medios electrónicos para subir
nuestros escritos…Será que vale la
pena…?
Que tal la Marrano manía, de algunos escritores,
costeando de su bolsillo libros y
revistas para darse a conocer…
Y entonces, cómo saber: que esas horas interminables
perdidas frente al procesador, -antes borrando y pasando a limpio, y haciendo
nuevos escritos y hojas en la máquina de escribir-, darán algún “fruto”?
En lo personal, escribir me
sirve de Catarsis… De lo contrario, me volvería loco guardando todo el cúmulo
de pesares…
Nos olvidamos de nosotros.
Olvidamos la importancia de nuestras actividades
y de nuestros trabajos…y fue así como llegamos al desprecio…
En adelante, despreciaré a la
mujer atractiva, y buscaré a la posible
compañía, en círculos de intelectuales donde vislumbra más
la inteligencia que la belleza…Sin importar, que estos ambientes resultan también aburridores por la hipocresía, y el olor acartonado,..
Y ahora, a terminar la obra de
esta inútil destrucción…
En dos, o tres días partiré y me refugiaré en una
playa, a contarle a las arenas mis
pesares….
Me perderé el extenso mar…
Y quizá, mire a alguna dama,
pasando sus ojos por un libro, periódico, o revista, con algún tema de interés…
EDWARD BELLOUM 012. REV.018.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario