miércoles, 18 de junio de 2014

Bruja de Sueños (Poema)




BRUJA DE SUEÑOS


Desde hace mucho
Que espero a la bruja de mis sueños
Aquella que escuchó mis angustias
Llegando una noche  a mis imágenes
Acompañada de un séquito de hombres diminutos

A aquella que por mandato
O dando oído a mis ruegos
Limpiaron de mi cuerpo
 Innumerables penas dejadas por el desamor

Parte de aquellos hombrecillos
Limpiaron la base de la columna
Alinearon vértebras y anillos
Desbloquearon el libre tránsito de la energía

Limpiaron hígado,  estómago y riñones
Borrando así
 Viejos y añejos depósitos de  odio
Enfermedades entrañables
Que me conducían inexorables
 solo a  destrucción.

Limpiaron mi pecho,
Borrando  marcas  de torturas y tormentos
Quitaron…
Alivianaron  de mi  espalda,
Pesadas cargas impuestas por la  venganza
Limpiaron Nuca  y  la  cabeza,
Atenuando los  impulsos de muerte y suicidio
Ansias de reparación y represalias

En fin…
Limpiaron todo,   casi todo
Imperceptibles raíces malsanas
Crecidas  sobre el despojo de  amores latentes,
Vivos, lacerantes…
Y de otros
 Que vuelven del ayer
Cofres dañados, basura desechable, putrefacta
Y Otros,
Que vuelven por tiempos de la nada

Repitieron su labor durante varios sueños
Una noche dijeron:
Que el trabajo  estaba hecho
Que  mi cuerpo quedaba limpio de la angustia
Pero que quedaban:
Huellas, marcas  y cicatrices,  imposibles de limpiar…

Los hombrecillos se retiraron
Y solo quedó ella,
Diciéndome:
 Que en adelante debía cuidarme de mancharme nuevamente
Agregó:
No pudimos limpiar tu mente ni actitudes
Algo fuerte, nos impidió que llegásemos  hasta allí…

Era tan bella
Revestía su cuerpo con túnica blanca transparente
Sus ojos eran claros de una ternura indescifrable
Sus cabellos  rojizos caían en bucles de amor sobre sus hombros…
No pude contenerme
Al instante la tomé de la cintura
Y rápidamente,
La reduje  a mis  deseos…

Ella  decía que No…Que desistiera…
Ni siquiera contemplé en agradecimiento…
Los  favores  que habían hecho en mi cuerpo.
Ciego, sin control,  como un loco
Desfogué en sus adentros
Restantes impulsos sobrevivientes de prácticas pasadas

En ese terrible momento
Presentaba  la  fiereza de lo indómito
El correr desbocado de potros
De animales salvajes.

Desde esa terrible noche
Estoy atento a mis sueños
La espero
Quiero que vuelva
Que se acerque por lo menos…  a una leve ensoñación
Estoy arrepentido y busco disculparme

Pero no sé qué haré,
Cómo reaccionaré
Cuando me enfrente nuevamente ante su inefable presencia
Cuando mire los visos de su piel tornasolada
Cuando me hable la flor,
El candor de sus labios rojos…

Le pediré perdón,
¡SÍ!  
Cerraré mis  ojos para no desearla
Pero si la vuelvo a ver
No sé hasta dónde llegaré…

En este momento:
Ardo cada noche  en frenesí
Mi cuerpo se desborda entre el  recuerdo de su cuerpo
Todo es pasión, necesidad
Ansias de volver a poseerla…

Edward Belloum.014.

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