La Lista de Leandra
El temor a
lo desconocido, es más fuerte que
cualquier convicción o creencia…Las apariciones de espíritus raros, dañinos,
extraños, conlleva a muchos al cambio de
vida, de vivienda; y si no es posible alejarse del sitio, tienen
que acostumbrarse a vivir en la zona dentro de la zozobra y en la desesperación.
Las
posesiones de espíritus, terminan confundiendo la lógica y la razón aún de los
más incrédulos. Por esos días (2009), corría
el rumor de que Leandra según las órdenes del espíritu que la poseía, había
hecho elaborar una lista con los nombres de 12 niños, alumnos de la escuela, y según las exigencias del mismo espíritu,
solicitaba a Leandra, que debía llevar a los niños con cualquier
pretexto o engaño a la montaña, y que una vez allí, el espíritu dispondría de
ellos, y que a ella, la dejaría libre.
Los días llegaban,
y se vivían dentro de la amenaza. La
incertidumbre de no saber qué hacer o cómo afrontar la amenaza reflejaba horrores y angustias. El miedo a los espíritus y a los
espantos generaban mucha preocupación, era tanta la inquietud que muchos habitantes estaban alistando maletas para alejarse la
región. Por otro lado, la preocupación de los
profesores era perder de un número de 120, a 20 de sus alumnos y sin saber cuántos más se
perderían cuando comenzara la desbandada…
Una noche de
aquellas, picado por las fiebres tropicales me debatía entre sudores y altas
temperaturas en la cama. Cuando cerraba los ojos me poseía o soñaba a un engendro
o demonio que me invitaba a mirar imágenes relacionadas con la relación o lista
de Leandra. En medio del sueño me decía su nombre, y yo le preguntaba o le respondía en medio de la fiebre, que porqué a
mí, y el espíritu me obligaba a mirar entre sueños las escenas desgarradoras y tenebrosas
relacionadas con Leandra.
Me decía que
se llamaba Nestarafus o algo parecido, que estaba tratando de hacer rancho
aparte de su padre, es decir promocionarse como real y verdadero demonio con
sus propias huestes y seguidores…
Cerraba los
ojos, y miraba que el espíritu o espanto arrastraba a Leandra de los cabellos, y la llevaba por encima de
árboles, rastrojos y matorrales hacia lo profundo de un bosque, y luego se
internaba en una caverna parecida a las de las escenas de Dante en la Divina
Comedia…Tétrica, desoladora, solo la muerte habitaba y colgaba de sus
paredes…Habían cárceles y encierros, alambradas, detrás de ellas miraba
aprisionadas a varias personas irreconocibles, las más parecían espantos sin
razón, yo miraba, pero estas no reconocían a nadie, sus ojos y su mirada solo
transmitían el horror y la tortura que estaban viviendo en ese lugar.
Luego cerca de un altar construido sobre un tronco
muerto, del cual sobresalían varias ramas secas y desnudas, aparecía Leandra colgaba
de los cabellos, acompañada de los otros
de la lista, también colgados y a la espera de algo… Apenas se movían, algunos
miraban el cuerpo más cercano y le hacían algunos gestos con los ojos…aparecían
colgados de los pies como murciélagos. Lo cierto es parecían trozos o retazos de carne
suspendidos, o víctimas de la intimidación y de la venganza, colgadas para escarnio.
Hacía
esfuerzos para despertar, pero en los
estragos de la fiebre volvía nuevamente a caer nuevamente en el sueño, y miraba
como el demonio subía hasta el altar, donde una inmensa piedra con un hueco
parecido a una silla servía de mesa de sacrificio. Invocaba a los espíritus
infernales, y al poder de su padre Belcebú, y comenzaba a preparar a los niños
en sus hábitos y costumbres…A manera de escuela, los preparaba para infiltrarse
en las acciones de los vivos, cada uno de Ustedes es un demonio, les decía, con
poder para tomar y dominar la mente de los humanos. Ustedes estarán presentes
en todas sus acciones, en sus triunfos y
derrotas, en sus placeres y en sus angustias, en sus emociones egoístas,
incluso en sus amores.
Pero la
función de todos ustedes, no es la de brindar paz y armonía, sino zozobra y
angustia, peleas y enemistades…Y yo me nutriré de todo ello. Ustedes serán mis
servidores, y yo, su máximo líder.
Estos sueños
se repitieron durante tres noches seguidas, las mismas que duraron mis fiebres.
Por su parte Leandra, a pesar de su espíritu
alegre y jovial comenzó a sentir el rechazo de los alumnos, y aún más de los
que decían que estaban en la Lista. Se la veía siempre sola, los niños le
huían. Con los días tuvo varias manifestaciones de posesión, sus familiares no
querían saber de brujos y chamanes para que fuera tratada por ellos, porque
eran seguidores de un grupo religioso.
Un día en
comienzo de la semana, nos enteramos que Leandra había viajado para el Valle
donde sus familiares, con su partida, se comenzaron a respirar aires de tranquilidad. Con los días el
incidente de la supuesta lista se olvidó. Volvieron las condiciones normales a
las labores de la escuela, y el año terminó
Algunos
decían, que los espíritus atacaban más a las personas que estaban asistiendo a
ese grupo religioso, y por eso la familia de Leandra terminó por abrirse de las
prácticas…
Blogger:
Edward Belloum.012.
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