sábado, 20 de diciembre de 2014

Cuentos Cortos 56

POR LA LIBERTAD

No entendía como aquel hombre, podía engendrar tanta maldad junta…
Tenía unos ojillos brillantes y maléficos. Me preguntó  que si yo era  revolucionario. Le respondí que no, que solo estaba protestando.
Para mí es lo mismo, -dijo. Acercó una fuente con escalpelos y bisturíes
Y dijo: -Escoge con cuál quieres que te torture, y con cuál quieres que te mate… Mirando fríamente el instrumental, le respondí: -Que daba igual…
 -Tú no entiendes de los placeres del horror… -Respondió.

SIN RESPUESTA


Los milicianos irrumpen en un convento y encuentran a una joven monja amarrada a una tabla sangrante y según uno de ellos,  desmayada.
Por chiste, uno de ellos le dice: Hemos venido a salvarte. La monja no escucha ni responde.
El otro de los milicianos repara en su hermoso cuerpo, y comienza a sentir los ardores del amor, comienza por acariciarla…Luego sacia en ella sus apetitos… y la monja ni siquiera se da cuenta del abuso.
Una vez que termina el primero, sigue el segundo miliciano,  y también sacia en ella su  apetito…
Un tercer miliciano que  miraba el cuadro serenamente,  dice: Esa monja llevará tal vez,  varios días de  muerta…

AUXILIO INMEDIATO:

Realmente el ascenso hacia los barrios altos resulta peligroso…Una banda de muchachos se había apoderado del sector, y  cualquier residente o forastero que se atreviera a pasar por el lugar era asaltado, y si oponía resistencia era golpeado,  o muerto…
La madre que vivía en un barrio vecino al de su hija, tenía que salir de su casa e ir obligadamente donde ésta, porque había recibido una llamada de auxilio, diciéndole que estaba pronta a tener al niño….
Eran las doce de la noche, y a la madre no le importó ni la distancia ni los peligros… Como protegida por algo pasó entre los vagos,  que la miraron y no repararon en ella. Llegó a la casa, y efectivamente su hija había roto la fuente, y estaba en  malas condiciones. Como pudo la alistó, le sirvió de apoyo, y salió con ella al hospital…Dos de los facinerosos, salieron a su encuentro, y sin decir nada le sirvieron de  ayuda…La madre valerosa había ayudado a su hija con la ayuda de los rufianes…

A MÍ NADIE ME ROBA

Decían que  Inés, antes de ser millonaria había sido integrante de bandas del bajo mundo. Las gentes que no la conocían,  se admiraban de su valentía, porque lucía joyas costosas en la calle sin ninguna prevención… En conversas comunes le preguntaban: Que si no tenía miedo de que la robaran, y ella contestaba: A mí  nadie me roba…Algunas  decían entre sí: A esta que le van robar… si ella es amiga de los mismos ladrones…


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