EL RADIO DEL DIABLO
(Cuento)
Dicen
que por los lados de Tulua, un habitante
encontró cerca de su casa, un radio
tirado a un lado del camino. El radio estaba en buenas condiciones y no
presentaba daño aparente. Era un radio modelo 45, con un parlante al frente, y dos perillas: Una para selección de emisoras,
y otra para encender y apagar, además de
teclas para cambiar de banda, de tubos, y con graduación de energía de 110 a 220 W.
Cuando
don Remigio encontró el radio, pensó que tal vez a alguien se le había caído, y
por si las moscas, y sin intención de
hacerse dueño, lo colocó en un lugar visible a la entrada de su casa, para que
si alguien lo reclamaba como suyo, lo entregaría sin problema alguno, y luego
de conectarlo supo que funcionaba. Como era creyente, no tenía la intención de
apoderarse de algo que no fuera suyo, porque tal acción, iba en contra de sus principios de vida.
Pasaron
los días, y a pesar de estar a la vista, nadie reclamó el radio. Por lo cual, los vecinos que no tenían radio
poco a poco se fueron haciendo oyentes regulares de la programación de las
emisoras, y preferentemente de las noticias del país sumido por aquellos días
en un gran conflicto.
Entrada
la noche, varios vecinos desfilaban a la
casa de don Remigio, y buscaban el lugar más cómodo para sentarse y enterarse de
las últimas noticias, y de las cosas que sucedían en la región. No había pasado
una semana luego de encontrar el radio, y un día al levantarse, don Remigio encontró
un papel escrito con letras de sangre en el cual le decían, que si no
abandonaba su casa y la región en cinco días, que se atuviera a las consecuencias…Don Remigio,
recibió el mensaje, y con profunda
tristeza, colocó el papel en la misma repisa donde estaba el radio… Y desde ya
comenzó a pensar y a planear su próxima partida. Sabía que no había otra
solución, y debía abandonar la región dando cumplimiento al plazo fijado.
Sabía,
lo que les pasaba a las personas que
habían recibido las amenazas y no hacían
caso de marcharse… Desde ese mismo
momento, comenzó a arreglar y a organizar
lo que podría llevar de la casa, sumado a las cosas que podría llevar de la
finca. Luego de dos días, estuvo listo para
cargar en las bestias y en la carreta lo
que había organizado, dejando muchas cosas, entre ellas el radio que días atrás
había encontrado.
El radio quedó allí mismo en la repisa que él
le había asignado, y en su afán de partir no se le ocurría nada más, sino dejar
cuanto antes la región acompañado de su familia, y para saber, en el mismo momento que don
Remigio cerró la puerta principal de su casa con un candado, el radio quedó
prendido, porque no pudo apagarlo, y no
pudo siquiera moverlo, estaba como pegado a la tabla de la repisa, y por el apuro que tenía de salir lo antes
posible, no mostró intención de hacer nada más al respecto, porque estaba en juego su vida y la de los
suyos.
Don
Remigio partió con su familia, algunos salieron a despedirlo con suma
precaución y disimulo, otros le mostraban gestos de adiós detrás de puertas y
ventanas, otros mandaban a sus hijos pequeños a decirle que adiós y que le
fuera bien.
Don
remigio gozaba del aprecio de todos, porque era muy colaborador con la
comunidad, y en las cosechas siempre compartía los sobrantes con los vecinos,
además que su casa se convirtió en el sitio de reunión y de información…Tal
vez, fue por esto último que lo amenazaron. El cuento es que desde que don
Remigio partió, el radio no se ha cansado de sonar, y decían que después de las
doce la noche, solito levantaba el volumen como si fuera una bocina colocada en
lo alto de un poste o en una torre, y comenzaba a nombrar a cada uno de los
muertos de la violencia con nombre propio, y el nombre de los asesinos, y la
forma cómo lo habían matado.
Se
decía, que varios fueron los intentos de
acercarse a la casa por parte de los hombres armados para silenciar el maldito
radio. Unos trataron de arrasar la vivienda, otros de incendiarla…
pero en el mismo momento que los hombres iban a actuar se escuchaban ruidos de galopes de caballos, algunos
decían que veían llegar varias carretas, otros decían que los azotaban vientos
fuertes y extraños que no les permitían hacer nada, otros que eran acosados por voces cavernosas, en fin, hubo uno y otro rumor de acoso a los atacantes, como si fueran mandados por la providencia, o
por mismo infierno.
Muchos
desistieron de los intentos de destruir la casa… Aún en las veces que habían
querido entrar a la casa de día, la puerta sola como si tuviera vida, lanzaba a
lo lejos a los atacantes, por lo cual no encontraron forma alguna de silenciar
al maldito radio que sonaba y sonaba, informaba,
y daba el nombre de los asesinos.
Con
los días los hombres armados, regaron la bola, de que las voces que salían de
la casa eran del mismo demonio, y no faltaron los Santos facinerosos que
solicitaron los servicios del Cura para que con rezos, bendiciones y agua
bendita contrarrestaran las influencias del mal…Llegó el cura con sus rezos y
el agua bendita, y tampoco fue capaz de
exorcizar la casa, en el momento mismo que el Cura ponía un pie cerca de la
casa, comenzaban a desatarse todo tipo de fenómenos que no permitían otra cosa
además de la huida. Decían que el mismo Cura, haciendo las oraciones había perdido la voz.
Un
día buscaron el servicio de una máquina excavadora para tirar la casa con todo,
pero el operario no pudo hacer su trabajo, porque en el mismo momento que prendió
y enfilo la máquina hacia la casa, quedó paralizado. Luego decían que habían
pedido la ayuda del gobierno para bombardear la casa desde el aire, decían que
esta semana, o que en la siguiente,
llegarían o pasarían los aviones…los aviones nunca pasaron, y no hubo fuerza
capaz de derrumbar la casa, o acallar al
radio.
Para demeritar los mensajes y la información
que daba el radio, los hombres armados decían que todo en la casa estaba
embrujado, y que todo lo que decía en las noches era solo asunto del demonio.
Nadie supo jamás cómo o con qué funcionaba el radio, porque a petición de los Santos
malvados, los empleados de la luz y del agua
cortaron los servicios.
Pero
todas las noches, y de manera infaltable, el radio informaba a los oyentes con
nombre propio: Sobre el número de muertos, y el nombre de los que habían
participado en las matanzas…y la forma
cómo lo habían hecho, sobre lo que se habían llevado o robado, y además de otras noticias que tenían que ver
sobre los asuntos del gobierno.
Como
la casa de don Remigio quedaba sobre una esquina en la plaza del pueblo, los
mensajes diarios del radio eran escuchados en un perímetro de doscientos metros
a la redonda. Los hombres armados habían obligado a los vecinos más cercanos a
la casa, a colocar papeles y cartones en las ranuras de las puertas para que no
escucharan nada. Pero ni así pudieron evitar que las gentes se enteraran de lo
que estaba sucediendo. Porque el radio parecía que tenía el poder de proyectar
sus mensajes, y se decía que llegaban clarito hasta la misma cama, o debajo de
la cama donde a veces buscaban refugio por las continuas balaceras…Cuentan que
los únicos días en que el radio no sonaba,
era por víspera de ánimas, pero que el resto de días cumplidamente daba
las informaciones sin ninguna interrupción.
En
los primeros días que partió don Remigio, los vecinos que quedaron no sabían de
su paradero, pero en los meses siguientes, alguien dijo que estaba viviendo en
Cali por los lados del barrio Obrero, pero muy escondido, porque allí mismo, disque lo andaban buscando los hombres armados
para matarlo, porque decían que éste era un brujo, y que si lo mataban, con él moriría la maldición de la casa del
pueblo, y así podrían silenciar al maldito radio.
Las
situaciones siguieron su curso en el país, y el radio informaba que: el presidente Laureano sufrió un severo derrame cerebral,
por lo cual las cabezas visibles del gobierno en este momento eran sus hijos:
Álvaro y Enrique Gómez, en llave con el candidato Jorge Leiva. La
violencia arreció en el país, se
practicaban todo tipo de crímenes a la
luz pública y con la complicidad de los representantes del gobierno…Se convoca
a la ANAC, para que autorice la creación de un Proyecto de Estado Autoritario
de corte Católico.
Luego
informa, que Mariano Ospina candidato del gobierno gana ampliamente las
elecciones luego que en muchas regiones del país se quitaron a fuerza miles de
cédulas de electores liberales para que no pudieran votar…Luego informaba, que Rojas
Pinilla es ascendido a General, y luego mandado a Washington como agregado
militar.
Siguen
de moda los cortes de: franela, corbata, francés, de mica, de oreja,
emasculación, profanación de cadáveres, picar para tamal, bocachiquiar,
decapitación de mujeres embarazadas para extraer el feto y luego remplazar con
un gallo vivo o muerto….Atención: Hoy 6 de Septiembre de l952 han sido
incendiadas las instalaciones donde funcionan los diarios El Tiempo y El
Espectador, igualmente las casas de Alfonso López y Lleras Restrepo…
Otra noche el radio informaba: “El gobierno se
desnuca, hoy comemos pan de yuca”. “Hoy 13 de junio de l953 asume la Presidencia
el General Rojas…”, El presidente saliente
huirá, viajará en próximos días a España, acompañado de su familia…La ANAC ha
declarado vacante la presidencia y ha elegido al General Rojas para completar
el periodo presidencial hasta l954. Y transmite las palabra de Rojas en su
posesión…Se decreta la Amnistía General para los levantados en armas…De 22.000
colombianos muertos en años anteriores, en lo que va corrido de este año, solo se contabilizan 1.900. En la mayoría del
territorio se ha logrado la normalidad…
Decían
que el Radio, por mucho tiempo llevó la información a los habitantes de la región, y que el
último día que se escuchó el Radio fue el
15 de mayo de l957 cuando informó que Rojas presionado por el ambiente político
decide dejar el país, y que el gobierno fue asumido temporalmente por una junta
militar…
Con
el silencio del radio, también acabaron las especulaciones del embrujo de la
casa y demás. Un día de febrero del 58,
regresó don Remigio con su familia y los vecinos se acercaron a la casa a
recibirlo y darle la bienvenida. Así mismo, motivados por mirar al radio.
Querían explicarse, porqué el radio dejó
de funcionar.
Le
comentaron a don Remigio, que desde su partida, el radio no había dejado de
funcionar, y los había tenido informados sobre los hechos que se sucedían en el
país y en la región…Don Remigio tuvo que romper el candado de la puerta
porque había perdido las llaves en su
viaje, y cuando abrieron la puerta, la
luz entró… después de mucho tiempo, al
interior de la casa. Todos trataron de mirar o encontrar el radio, pero este no
apareció por ningún lugar.
Supusieron que alguien había entrado a la casa
y que se lo había llevado, otros dijeron
que eso era imposible porque no había indicio que alguien hubiera entrado.
Sobre la repisa solo encontraron el mismo papel con el cual habían amenazado a don Remigio, pero ahora con otro mensaje que decía: “La Paz es un
largo camino sin tiempo ni fin…”
Un
día que don Remigio salió a dar una vuelta por las casetas de venta en día de
mercado, miró un radio parecido al que había tenido en casa en una de las mesas
de los vendedores. Al instante preguntó por el precio, lo hizo ensayar, y sin más pagó, y lo llevó a
casa. Como antes, lo colocó en la repisa dispuesta en la pared, lo encendió y
escuchó como siempre las noticias, y en una emisora de la Capital, estaban
transmitiendo la Posesión del Primer Mandatario de la Nación, el Doctor Alberto
Lleras Camargo…y al instante interrumpió la posesión del mandatario y dijo:
ahora escuchen los detalles no conocidos de la muerte de Gaitán hace 10 años…y
don Remigio invitó a los vecinos a escuchar el mensaje que daba la radio…
EDWARD BELLOUM.011.
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