viernes, 4 de octubre de 2013

Cambio Frugal

  CAMBIO FRUGAL


Sandra se miró al espejo, y reconoció que realmente había subido de peso, y en estos últimos días, había subido de peso cinco kilos más… De pronto  por  la tensión y la  ansiedad que sentía de estar enamorada de un muchacho de la escuela, y que éste, no se fijara en ella,  ni siquiera el más mínimo poquito.
En la escuela se burlaban de ella  y la llamaban con todo tipo de sobrenombres: “Rellena, Buñuelo con Patas, Ballena”, y un rosario de apodos que no tenían  fin, y que muchas veces la llevaban a llorar a escondidas en los lugares más oscuros.
Pero en los bolsillos del uniforme, como toda buena consumidora de comida chatarra, nunca le faltaban: Uno o dos paquetes de papas y sus derivados, algunas chocolatinas, chicles y dulces de varios sabores.  Sin contar  con  “la otra remesa” que llevaba para las horas de recreo en el maletín escolar, y las cuales  se las comía solita sin compartir con nadie.
Muchas veces los profesores, le habían llamado la atención por estar comiendo por debajo de la manga, y sacando al disimulo comestibles de la gaveta del pupitre en horas de clase. Pero ella no podía dominar las ganas de comer a toda hora. A veces comía tanto que vomitaba hasta el cansancio.
Una noche cansada de llorar se quedó dormida, y soñó que un ángel le decía: Si quieres mejorar tu apariencia debes comer un poco más de fruta y no comer tanta golosina. Al día siguiente, Sandra recordó el sueño, pero no le prestó ninguna atención, total era sólo un sueño.
En los días siguientes Sandra comía con desespero, por lo cual, muchas veces se sintió indigestada. Asimismo, el sueño donde el ángel  donde le decía que  debería comer  más fruta y no tanta golosina, se volvió  repetitivo. Hasta que un día, la gordita decidió tener en cuenta la insinuación del ángel  y decirles a sus padres que la llevasen donde el médico porque quería reanudar la vigésima ni se tantas  dieta.
Luego de hablar con sus padres y  de pedirles  que la ayudaran en cambiar sus hábitos alimenticios, Sandra comenzó con la ayuda de un dietista la más difícil tarea de su vida. Pasaron los días, y Sandra se había mantenido juiciosa y puntual en cumplir sus objetivos. Miró entonces, que su mundo comenzaba a cambiar a medida que bajaba de peso y de talla.
Algunos de sus compañeros que días atrás solo la miraban con burla, la miraban  ahora con cierto agrado y sorpresa, incluso los más lanzados, le decían algunos piropos y la saludaban con cortesía.
El mundo de Sandra comenzaba a cambiar, y hasta el mismo Jefferson que en el pasado sólo la miraba con algo de lástima y cordialidad, terminó buscándola a cada momento, y haciéndole invitaciones.
Sandra había cambiado, y así se lo decía el espejo. Los  padres tuvieron que comprarle nueva ropa a medida que bajaba de talla.  De visita en los almacenes, podía medirse  todo tipo de ropa  que cuando era gorda sólo la deseaba, pero con la cual ahora  lucía excelente.
La  mayor alegría, era que Jefferson se le había declarado, y ya eran novios.
Pero todo no podía ser felicidad, Margarita la anterior  novia de Jefferson, comenzó a maquinar con sus amigas contra Sandra, porque no aceptaban la nueva imagen de ésta, y tampoco que una ex -gorda  pudiera bajarle a su novio. Fue así como primeramente le hacían todo tipo de llamadas diciéndole que Jefferson en estos momentos estaba con Margarita, y que si quería probarlo que fuera a los lugares que le indicaban. A l principio Sandra se dejaba convencer, e iba a los lugares más extraños, donde se encontraba sólo con gente que la insultaba y la agredía.
Entonces el ángel se le apareció nuevamente, y le dijo: que no hiciera caso de las llamadas o de otras invitaciones  y chismes, y que hiciera su vida normal, y que él se encargaría de protegerla y cuidarla de los malos.
En los días siguientes, se supo que  Margarita se había cambiado de ciudad, y que  sus amigos también se habían retirado del colegio, por lo  cual, Sandra y Jefferson disfrutaron en adelante de una bonita e interesante  relación, y terminaron graduándose…
¡Habrase visto mija!, los temas tan cursis que tratan la telenovelas,.. Como si fuera fácil bajar de peso como por encanto, yo que he probado todo tipo de dietas, y mire…
Bueno, tal vez  resultará con un poco de ayuda divina, de otro Ángel…
¡Pero que va¡  Quién puede dejar de comer estas delicias? ... Mejor paro ahí. 
¡Dios otra vez hierbas…  NO… Qué horror ¡
Lo intentaré por milésima, milésima vez:   ¡Ángel, Ángel mío, esposo mío!  Arréglame esta  ensaladita… con un poquito de salsa y mayonesa ¡SI, Porfa, SI!
Esta noche,  quiero olvidarme de  dulces  golosinas…
Mermelada, ¡MMmmmuuuu! ¡Qué rico, qué delicia…!
Dulces… Chocolates…
Pastel… ¡Uuuchuuuss! Repollo… Cebolla… ¡NO! ¡Qué horror!
ANGIE PAOLA CUARAN. GRADO: 9°.

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