DIVAGACION
Todo fue cuestión de un momento.
Me sentí mareado, las imágenes se borraron
de mis ojos y sentí transportarme en un momento a un mundo desconocido
lleno de preguntas e interrogantes donde los colores eran fríos y opacos,
revestidos de una tristeza infinita solo comparada con las penurias y las
penalidades de los infiernos.
En aquellos instantes, miraba en ese mundo sombrío, solo soledades y almas que se desgarraban entre las
más graves aflicciones, pero todas ellas me parecían conocidas, pero no
alcanzaba a distinguirlas ni podía identificar a nadie con nombre propio.
Raro, casi todas ellas me
llamaban por mi nombre de una manera insistente y aterradora, y me mostraban
sus gestos y manos cadavéricas como invitándome a participar de sus penurias y
de sus castigos. Yo no atinaba a entender lo que pasaba realmente, ni me
definía como parte de aquel grupo de
desdichados,..
y pasaba por los pasillos y las estancias como
un visitante sin detenerme en sitio alguno. Alguien me insinuó que me mirara,
que mirara mi cuerpo. Bajé la mirada y comencé a inspeccionar cada de las partes
de mi cuerpo, y apenas la reconocía…eran volátiles y translúcidas: ¡Claro! Era
yo mismo, y no era. Era algo parecido a un soplo de viento que pasaba por los
pasillos, digo mejor: me deslizaba por ellos, pasaba por cualquier sitio o
agujero, saltaba muros sin problemas, subía y bajaba escalinatas sin tocarlas…
Edwar Belloum 012.
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