miércoles, 28 de mayo de 2014

Aparicion



APARICION

Ahora duermo en otro cuarto de la casa, y no he vuelto a entrar al cuarto que ocupaba  por temor a mirar nuevamente aquella horripilante figura… Además, abandoné el estudio, conseguí trabajo, cumplí los 17, y este fin de semana, pienso mudarme de la casa de mis padres.
La noche de la aparición estaba solo en casa, mis padres y mi hermana habían salido a cumplir un compromiso… Yo no los acompañé,  porque tenía un examen escolar para el siguiente día. Aquella noche, luego de estudiar, me dispuse a ver una película en la sala como en eso de las once,  escucho un ruido que  proviene de la cocina y  me acerco a mirar que lo había causado, entro, pero no miro  nada. Luego siento a mis espaldas como si alguien  corriera  hacia la puerta. Me quedé quieto y atónito, pensé que de pronto era un ladrón. Subí rápidamente la escalera y fui al cuarto de  mis padres para sacar la escopeta… trataba de  cargarla, pero  los cartuchos caían de mis manos por el miedo y la ansiedad…

Ansioso, cauteloso, con la escopeta a punto de tiro comienzo a recorrer toda la casa buscando al supuesto intruso, primeramente en la planta de arriba, y luego abajo…confieso que tenía la garganta seca, y los pies se trababan al caminar, mi corazón palpitaba  a más de mil... Entre el miedo hice un recorrido por todo el lugar,  pero no vi nada anormal;  la puerta estaba cerrada con llave, igualmente las ventanas con sus respectivos seguros. Vuelvo a la sala,  y me dispongo a seguir viendo una película, cuando: Entre las escenas y el volumen  escucho una voz suave como de un niño a mi espalda. Tiré  lo que tenía en mis manos,  un frío de ultratumba recorre mi cuerpo, y al tiempo me impulsa  a levantarme  como  resorte, quedo a la expectativa, miro a todo lado…pero  no distingo  nada.

Cansado de las interrupciones, me dispongo a subir a mi cuarto para seguir viendo la película desde la cama.  Antes, había preparado algo para comer. Como pude tomé la comida,  la escopeta y la película…Comencé a ascender por la grada, ya en el cuarto, coloqué la película  en el reproductor y adelanté las imágenes vistas, di un mordisco al emparedado, me recosté en la cama,  y cuando me disponía a proseguir mirando, escucho un murmullo que venía de abajo de la cama…Solté de golpe la comida, tomé nuevamente la escopeta, encendí la luz principal, me agaché por debajo y no vi nada….Pensé que eran cosas de la imaginación, o el nerviosismo por el próximo examen.

Me levanté aburrido por las interrupciones, giré un poco la cabeza, y cuando miro en el sillón que estaba al extremo la figura de algo que parecía un niño o un muñeco sentado…Al principio pensé que era uno de los muñecos de mi hermana que había dejado allí, pero no, detallándolo era un niño que lucía un ropaje blanco a medio cubrir, no tenía más de tres años, se mostraba cómodamente sentado.  Su aspecto era pálido, su mirada amenazante,  y tenía algunas manchas en su cara…Me alejé hasta la puerta con intenciones de salir del cuarto, y en un momento el niño comenzó a llorar y luego  a  gritar, su cara se fue  deformando totalmente  hasta convertirse en un pequeño monstruo… No pude más, en el afán de correr,  tiré la escopeta  y salí del cuarto buscando la escalera…Cuando me faltaban pocos escalones para ganar el piso de abajo…  Caí, y según dicen, me había dado un  fuerte golpe en la cabeza por el cual había quedado inconsciente, y solo cuando mis padres llegaron me habían levantado.

Desperté luego en una butaca de la sala, mi padre hacía preguntas, mi madre me miraba angustiada. Esa misma noche no subí a dormir a mi cuarto, sino que me quedé en un cuarto contiguo. En la mañana,  volvimos a tomar la conversación y nuevamente  les dije  a mis padres sobre la extraña aparición. Ellos por supuesto que  no me creyeron, y dijeron que la casa era nueva y que no eran posibles ese tipo de apariciones, y que si de pronto había tomado algo como licor, o probado alguna  sustancia…Yo aún era zanahoria para aquellas cosas…

En los días siguientes pasé por varios exámenes de médico quien al no encontrarme nada anormal, me recomendó hacer dieta y ejercicio, me dijo que estaba muy subido de peso, y me remitió al psicólogo. Este  conceptuó: que posiblemente la visión fue  producto de la presión del examen, y me recetó   tranquilizantes…
Desde esa noche, no he podido borrar de mi mente la horrible visión, creo que  un niño me mira, me persigue, que  llora fuera de mi cuarto,  o en mi cabeza… Siento que  por las noches tocan,  o arañan la puerta, o que algo se arrastra o corre por el pasillo…
Blogguer: Edward Belloum: 012.

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